San Marcos hoy, en las celebraciones de los 189 años de la Independencia del Perú, se encuentra confrontada a un conjunto de problemas aún irresolutos relacionados a las investigaciones científicas, a la formación profesional y a la gestión de la Universidad. Sin embargo, por ser “San Marcos, nudo de inquietudes; plaza de victorias”, a decir del gran poeta sanmarquino Juan Gonzalo Rose, la Universidad de San Marcos pionera de las universidades de América, tiene el gran reto histórico de demostrar al mundo que existe y que sigue contribuyendo a la construcción de la historia peruana.
La producción de la Ciencia y Tecnología en los niveles y calidades que la modernidad exige, la calidad académica en la formación de un nuevo tipo de profesionales que el país necesita y una gestión de la universidad que promueva la probidad y la lucha permanente contra toda expresión de corrupción; han de constituir signos inequívocos que San Marcos continúa comprometida con la historia y con la promoción del desarrollo sostenido y sostenible del Perú y América Latina.
A continuación se reproduce el artículo en el que recuerda la activa participación de San Marcos en el proceso de la Independencia del Perú.
La Decana de América en la Independencia del Perú
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), fundada el 12 de mayo de 1551, tuvo una activa participación en los sucesos que culminaron el 28 de julio de 1821, con la proclamación de la Independencia del Perú y la fundación de la República. Para refrendar este acto, el 29 de julio de ese año, siendo Rector el doctor Ignacio Mier, la Decana de América juró la independencia nacional.
Los Libertadores José de San Martín y Simón Bolívar tuvieron una cordial relación con esta casa superior de estudios, cuyo local funcionaba en la Plaza de la Inquisición, donde ahora funciona el Congreso de la República.
Don José de San Martín, días antes de la gloriosa fecha, ordenó que se invitara a la población de Lima, mediante un bando anunciado en todos los lugares públicos acostumbrados, para asistir a la Plaza de Armas el 28 de julio, porque después de la misa de gracias se iba a proclamar el juramento de la independencia del Perú.
Asimismo, envió documentos a todas las instituciones públicas para que sus miembros hicieran un juramento, firmen una acta y la envíen al Libertador San Martín. Una de esas instituciones fue el Tribunal del Protomedicato, dependiente de la UNMSM.
El Juramento del Protomedicato se hizo el 29 de julio de 1821 y al día siguiente, el acta fue remitida al Libertador San Martín, con las firmas de Hipólito Unanue, Miguel Tafur, José Vergara, José Pezet, Félix Devoti y Luis Montes, profesores de la Escuela de Medicina, y muchos adherentes más.
Homenajes
El recibimiento a Simón Bolívar fue el 3 de junio de 1826, cuando era rector el protomédico Miguel Tafur. El docente Joaquín de Larriva y Ruiz, en su discurso de orden dijo: “Se extenderá hasta donde sea capaz de extenderse la gloria y tu augusto nombre, que hace la admiración del orbe entero”. Bolívar respondió el discurso con estas palabras: “Yo marcaré para siempre este día tan honroso de mi vida. Yo no olvidaré jamás que pertenezco a la sabia Academia de San Marcos”. Dos días después de la ceremonia, en la madrugada, Bolívar se embarcó en el Bergantín Congreso, rumbo a Colombia, dejando encargado del gobierno al Mariscal Andrés Santa Cruz.
Se leyó el Oficio enviado por el Excelentísimo don José de San Martín, Capitán General del Ejército, Libertador del Perú y Gran Oficial de la Legión de Mérito de Chile.El Protomédico Interino Miguel Tafúr tomó el juramento a todos los asistentes, según la fórmula enviada por el Libertador: ¿Jurais a Dios y a la Patria, sostener y defender con vuestra opinión, persona y propiedades la independencia del Perú del gobierno español y de cualquiera otra dominación extranjera?.
Habiendo contestado todos: Sí, juro, el Protomédico dijo: Si así lo hiciereis, Dios os ayude y si no Él y la Patria os lo demanden. Concluido tan solemne y grandioso acto firmaron todos los que concurrieron. El 30 de julio de 1821, el Protomédico Miguel Tafur envió el documento firmado al Excelentísimo don José de San Martín.