25 abril, 2011

SAN MARCOS, verdades incómodas

SAN MARCOS, Verdades incómodas

Análisis de la situación actual de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos cuyas incómodas verdades permanecen mudas




La situación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos está expresada en la simbiosis de tres asuntos vinculantes: la Investigación Científica, la Formación Profesional y la Gestión de la Universidad.

En el contexto de la interrelación de estos tres asuntos Ejes, encontramos a San Marcos inmersa en una cruda realidad: teniendo todo –tradición, prestigio, recursos- San Marcos debía ser la mejor universidad del Perú y una de las mejores de América Latina. Empero, San Marcos es una más de las tantas universidades que hay en el país y está silenciada en el mundo. La explicación es que en San Marcos: 1) No hay Investigación Científica en términos de las calidades y resultados que los tiempos actuales demandan; 2) Como consecuencia no hay una buena Formación Profesional concordante con las exigencias de hoy precisamente porque ella no está vinculada a la producción de la ciencia y tecnología, vale decir, a la Investigación Científica; y, 3) La causa principal de por qué no existe una buena Investigación Científica y una buena Formación Profesional es la vigencia de la arcaica gestión de San Marcos en la que prevalece la corrupción y la mediocracia.

Esta realidad sanmarquina no es reciente sino se mantiene incólume por décadas, aunque se ha agudizado aún más en este último lustro.

Probidad y eficiencia en la gestión de la Universidad es una condición indispensable para que San Marcos, a mediano y largo plazo, reivindique su prestigio nacional e internacional demostrando que produce ciencia, tecnología e innovación de la mano con la formación de profesionales competentes premunidos de adecuados niveles de empleabilidad, concordantes con las necesidades y características del Siglo XXI y del Tercer Milenio.

Reconstruir a San Marcos es una necesidad nacional y un deber colectivo de los peruanos, especialmente de todos los sanmarquinos.



Autor del libro: Dr. Nemesio Espinoza Herrera, Profesor principal de la UNMSM




20 abril, 2011

Libro SAN MARCOS, verdades incómodas

NUEVA PUBLICACIÓN

Análisis de la situación actual de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos cuyas incómodas verdades permanecen mudas



Autor:
Dr. Nemesio Espinoza Herrera
Profesor principal de la Facultad de Ciencias Administrativas de la UNMSM

ISBN Nº 978-612-00-0549-1
Depósito legal Biblioteca Nacional Nº 2011-04677

CONTENIDO
Presentación ………………………………………....................……........................ 7
Sanmarquinos célebres …………………........................................................... 9

CONCEPTUALIZACIÓN DE LA CORRUPCIÓN Y DE
LA MEDIOCRACIA EN EL CONTEXTO
DE LA UNIVERSIDAD ………………………………..………..............
11

LA TEORÍA DE LOS TRES EJES DE LA UNIVERSIDAD …….….... 14

EJE Nº 1:
LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN
SAN MARCOS ……............................................................................
16

1. La inexistencia de la enseñanza de la ciencia y de la
formación de investigadores científicos en San Marcos.

2. La vigencia del nefasto bachillerato automático en San Marcos.
3. El carácter profesionalizante de los estudios de postgrado
en San Marcos.
4. Los catedráticos y la investigación científica en San Marcos.
5. La inexistencia de la Divulgación Científica en San Marcos.

6. La inexistencia de Áreas, Líneas y Programas ejes de
Investigación Científica en San Marcos.

7. La carencia de fuentes de financiamiento de la Investigación.
8. La pseudoacreditación en San Marcos.

9. La inexistencia de vinculaciones de San Marcos para las
investigaciones científicas.

10. El “Vicerrectorado de Investigación”: irracionalidades y
burocracias en San Marcos.

EJE Nº 2:
LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES
EN SAN MARCOS
………........................................................................ 38

1. El desempleo y subempleo profesional como indicador de
las deficiencias en la formación profesional en San Marcos.

2. La primacía de la vetusta metodología “enseñanzaaprendizaje”
en San Marcos.

3. La vigencia de un arcaico sistema de Admisión a San Marcos.
4. La masificación estudiantil en San Marcos.
5. Las obsoletas estructuras curriculares en San Marcos.
6. Los catedráticos y la formación profesional en San Marcos.

7. La inexistencia de vinculaciones de San Marcos para la
buena formación profesional.

8. La inexistencia de la formación en Administración y de
empresarios como parte de la buena formación profesional
en San Marcos.

9. El “Vicerrectorado Académico”: irracionalidades y burocracias
en San Marcos.

EJE Nº 3:
LA GESTIÓN DE SAN MARCOS ....................................................... 54

1. La corrupción y la mediocracia en el Cuadro Administrativo
de San Marcos

2. San Marcos a la deriva, sin planes a mediano y largo plazo
3. Las obsoletas estructuras organizacionales de San Marcos

4. Las excesivas facultades, primacía de cantidad sobre la
calidad en San Marcos

5. La antidemocracia en el sistema electoral en San Marcos
6. La gestión financiera de la pobreza en San Marcos
7. San Marcos con pies de plomo en el sistema de gestión
documentaria






13 abril, 2011

VIÑETAS DE CULTURA POPULAR Nº 11

ELOGIOS NOBELÍSTICOS
En Homenaje a MARIO VARGAS LLOSA
Por: Dr. Nemesio Espinoza Herrera
Elogio de San Marcos a Mario Vargas LLosa
Mario Vargas Llosa, el célebre sanmarquino, ganó el Premio Nobel de Literatura "por su cartografía de las estructuras del poder y de las imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”. Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos a estudiar Derecho y Literatura y participó en la política universitaria a través del grupo Cahuide, nombre con el que se mantenía vivo el Partido Comunista Peruano. “Con un puñado de sanmarquinos –dice Mario- preparaba la revolución mundial”. “El laureado escritor inició su relación con la Decana de América en 1953, a los 17 años de edad, en que ingresó para estudiar Letras y Derecho. En 1958 se graduó de bachiller con la tesis Bases para una interpretación de Rubén Darío, trabajo que le valió una beca a Francia en donde iniciaría su exitosa carrera literaria”.
Discurso pronunciado por el Nobel de Literatura en la Casona de San Marcos el 30 de marzo del 2011. “Los años sanmarquinos fueron para mí fundamentales desde el
punto de vista intelectual, desde mi formación literaria y también desde mi formación cívica. Nunca me he arrepentido de haber ingresado a la Universidad de San Marcos y haber pasado aquí seis años”. “San Marcos había sido a lo largo de su historia una institución inconforme, rebelde, donde se había soñado con un porvenir distinto para nuestro país. De esta universidad, no hay que olvidarlo, han salido las grandes figuras intelectuales del Perú, figuras que tanto en los dominios científicos como en las humanidades han representado la flor y nata de nuestro país”. “San Marcos es una institución antigua, como decía Arguedas, la antigüedad es un valor, y pues uno de los valores peruanos es esta universidad, la más antigua de América, siempre un foco extraordinario de ciencia, de trabajo intelectual, de investigación, de creación, y también una institución que ha luchado incesantemente por la libertad, por un mundo mejor que el que tenemos, por un mundo de mayor igualdad, de mayores oportunidades, de mayor tolerancia, un mundo sin violencia, sin represión, un mundo que esté de alguna manera a la altura de las mejores cosas que ha dado a lo largo de la historia nuestro país”.
Elogio de Patricia Vargas Llosa
Cuentan que una noche estando Mario escribiendo, Patricia -la bella dama, compañera de vida, esposa y “prima de naricita respingada” del laureado escritor-, entró al escritorio sigilosamente en voluptuosos paños menores absolutamente convencida que Mario dejaría de escribir y se entregaría a los placeres carnales. Mario, como siempre concentrado en sus escritos, miró de reojo y sin prestar mayor atención, le dijo: “Paty abrígate, te vas a resfriar”. Sin decir palabra alguna, visiblemente enfurecida y frustrada, Patricia regresó a su habitación. Precisamente este estado de cosas -el poco interés en asuntos sexuales o la probable impotencia del Nobel de los que sólo Dios y Patricia lo saben; pero, problema de lecho al fin-, era la principal razón por la que ella al reñir con Mario acostumbraba enrostrarle, una y otra vez, diciéndole: “Mario, para lo único que tú sirves es para escribir” ”; pero el incauto Mario lo tomaba como elogio.
En su discurso “Elogio de la lectura y la ficción” pronunciado en Estocolmo al recibir el Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, el genial escritor, se mostró ingenuo ante la intuición femenina. Con lágrimas en sus ojos y con voz quebrada dijo que Patricia le elogiaba diciéndole “Mario, para lo único que tú sirves es para escribir”. No tenía por qué Mario revelar tan dramáticamente ante millones de televidentes del planeta algo que debía estar oculto debajo de las sábanas. Sorprendida Patricia no logró ocultar su rubor pues Mario, aunque sin proponérselo, pregonaba ante el mundo que ella era exigente en la intimidad -envidiable privilegio en una mujer a diferencia de tantas frígidas-, a cuya altura, al parecer, no llegaba Mario.
Elogio del Gabo
Ha transcurrido varias décadas sin saber por qué motivos exactamente Mario le descargó (en 1976) un puñetazo al rostro de Gabriel García Márquez noquéandolo. Ahora, al fin, se sabe. Dicen que en una reunión social, Gabo logró estar a solas con Patricia, esposa de Mario, de quién el autor de Cien años de soledad estaba subrepticia y pecaminosamente enamorado. Mario, copa y cigarro en mano, tertuliaba en la otra esquina con otros escritores. Gabo animado por las copas y ante la belleza de Patricia y asegurándose que Mario no le escuchara, le dijo. -Oye Patricia, ese tu primo Mario con quien te has casado, problemas te puede traer y lo que te aconsejo es que te separes de él. En realidad Gabo abrigaba la temeraria esperanza de que algún día Patricia cayera en sus brazos. -¿Y cuál sería la razón para separarme de Mario?, inquirió Patricia. -El tema es que está probado –explicó Gabo- que en un matrimonio entre primos sus hijos nacen con “cola cartilaginosa en forma de tirabuzón y con una escobilla de pelos en la punta”, es decir, corres el riesgo que tus hijos nazcan con cola de cerdo. Y para que la cosa fuera convincente para Patricia, Gabo ilustró con testimonios de tales casos en Colombia. Llegados a casa, la fiel Patricia riéndose contó a Mario todo lo conversado con Gabriel. Al día siguiente la prensa mundial dio cuenta del célebre puñetazo.
Elogio hurgando a Alvaro, Gonzalo y Morgana Vargas Llosa
Según dicen, tener hijos en una relación entre primos -como es el caso de Patricia y del Nobel y marqués Mario Vargas Llosa-, siempre había la probabilidad de que hubiera trastornos genéticos y nacieran hijos con malformaciones congénitas. Mito o realidad. Ambas cosas es verdad y hay muchos testimonios sobre ellos. Mi amigo Ambrosio insiste a que a él le late que cuando menos uno de sus hijos de Mario, si no es los tres, tiene alguna alteración anatómica pero que se los ingenian para pasar desapercibidos. Por ejemplo Álvaro se fue del país al igual que Gonzalo, según Ambrosio, para no despertar sospechas. Si te fijas –dice Ambrosio- Álvaro en sus apariciones públicas siempre lleva una chompa colgada por su cuello cubriendo toda la espalda hasta por debajo de sus nalgas, o cuando usa terno, verás que su saco se prolonga un poco exageradamente y si auscultas visualmente notarás una ligera protuberancia por el lado de su trasero. Por eso deduzco que Álvaro tiene una “cola de cerdo” pues, según cuenta Gabriel García Márquez en Cien años de soledad los hijos de la relación entre primos nacen con “cola cartilaginosa en forma de tirabuzón y con una escobilla de pelos en la punta”. Me late también –continúa diciendo Ambrosio- que la bella Morgana podría tener también la misma suerte de Álvaro, aunque su hermoso cuerpo no lo delataría fácilmente.
Elogios de la tía y de la prima

El Nobel peruano Mario Vargas Llosa se casó con su tía, se separó y se casó con su prima Patricia, su actual esposa. ¡Se casó con su tía, ahora está casado con su prima! ¡outsider nato¡ Crema y nata de persona anómica (conducta que no se ajusta a las normas o costumbres establecidas). Me ruborizo tanto que se me escarapela la piel cuando pienso así: yo casarme con mi tía y luego con mi prima; y se me viene a la mente la imagen de una de mis tías más guapas y de una de mis primas más bellas. Inconcebible. Pecaminoso. Escandaloso. Pero el caso de su tía-esposa de Mario, la boliviana Julia Urquidi Illanes (la Tía Julia), no es tan escandaloso como parece, pues en realidad no es su tía, por las venas de ella no corre la sangre de Mario. Julia, 10 años mayor que Mario, es hermana de la esposa de su tío Lucho, Olga Urquidi, mamá de Patricia. Es decir, si yo me caso con la hermana de la esposa de mi tío, no es, en realidad, mi tía; así pos sí. Mario y Julia se casaron subrepticiamente en Chincha y su papá (de Mario) nunca le encontró in fraganti a pesar de que correteó por todas las iglesias de Chincha con pistola en mano por oponerse al matrimonio de un menor de edad seducido por una mayor (y bien mayor). El caso de Patricia -hija de su tío Lucho y su tía Olga- sí es de verdad. Mario está casado con su prima legítima. Es escandaloso o es normal. Depende. Pero para mí es escalofriante, aunque valdría la pena probar.
Elogio de Hernando de Soto
Recuerdo -como seguramente recuerda cualquier peruano- haberme quedado embelesado (y despalabrado) cuando en abril de 1993 escuché en la televisión (Canal 5) a Hernando de Soto diciendo con absoluta altisonancia que Mario Vargas Llosa era “un hijo de puta” ¡¿Cómo?! se escandalizó y se ruborizó el periodista Denis Vargas Marín y Hernando volvió a repetir pausadamente diciendo que Mario era un “hi-jo de pu-ta”), dejando a Denis en absoluta consternación y boquiabierta a los televidentes. Resulta que el hoy Nobel y marqués Mario Vargas Llosa, entonces era un simple escritor que llevaba en sus espaldas el pesado fardo de su aún lacerante frustración de su desmedido propósito de -además de ser afamado escritor-, ser presidente de la República del Perú. Había Mario publicado el libro El pez en el agua, en él hacía referencias a Hernando en tono de ajuste de cuentas pues en la campaña presidencial no le habría apoyado como debiera. Hernando es –decía Mario entre otras cosas- vanidoso, susceptible como una dama, con poses aristocráticas”. El periodista los leyó estos pasajes y pidió la opinión de Hernando de Soto y éste opinó a quemarropa así: “Mario es un hijo de puta”.

01 abril, 2011

Mario Vargas Llosa en San Marcos

MEDALLA DE HONOR SANMARQUINA PARA MARIO VARGAS LLOSA Fuente: http://www.unmsm.edu.pe/?id=1506 Por Karen Aguilar Yaringaño

(Véase también más abajo el artículo del Diario La República del 03/04/11)

Ver también en: http://nespinozah.blogspot.com/2011/04/vinetas-de-cultura-popular-n-11.html Elogios Nobelísticos en homenaje a Mario Vargas Llosa

c.u. 31-03-2011 Sin duda el egresado más ilustre de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de los últimos tiempos. Mario Vargas Llosa, prolífico escritor y Premio Nobel de Literatura 2010, fue condecorado por su alma máter con la "Medalla de Honor Sanmarquina", en el grado de Gran Cruz, en mérito a su notable aporte a la cultura peruana y mundial, y por su infatigable defensa de la vida, los derechos humanos y la democracia. El reencuentro entre el destacado novelista con la Decana de América se produjo en el Salón General del Centro Cultural de San Marcos (CCSM), el mismo en el que antiguamente se impartían las clases universitarias. La ceremonia fue realizada la tarde del 30 de marzo, con la presencia de distinguidos invitados y la comunidad universitaria.


El escritor Carlos Eduardo Zavaleta, doctor en Letras por la UNMSM y miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua, ofreció el discurso de orden en el que hizo un repaso por la vida y obra del autor de Conversación en La Catedral. Posteriormente, recibió el saludo y presentes de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, mediante los responsables de la recientemente creada cátedra Mario Vargas Llosa.

Sanmarquino por siempre

El literato arequipeño expresó su emoción de volver a estar en los claustros de la UNMSM, lugar en el que –afirmó– conoció más al Perú. Raúl Porras Barrenechea –diplomático, historiador, abogado y catedrático– no podía estar ausente de su discurso, al recordar las brillantes clases recibidas.

Bajo la atenta mirada de su esposa Patricia Vargas Llosa, narró anécdotas, rememoró a los sanmarquinos ilustres y comentó las primeras obras que lo inspiraron y lo llevaron a pensar que él también podía contar historias.

El laureado escritor inició su relación con la Decana de América en 1953, a los 17 años de edad, en que ingresó para estudiar Letras y Derecho. En 1958 se graduó de bachiller con la tesis Bases para una interpretación de Rubén Darío, trabajo que le valió una beca a Francia en donde iniciaría su exitosa carrera literaria. El 17 de abril del 2001 fue reconocido como Doctor Honoris Causa por esta cuatricentenaria casa superior de estudios.


Vargas Llosa y el elogio a San Marcos


Nobel fue distinguido con medalla de honor de la decana.

(Diario LA REPÚBLICA, edición del domingo 03 de abril del 2011)

El pasado miércoles, el escritor, durante la ceremonia, recordó sus años de estudiante en su alma máter. Aquí le presentamos pasajes de su discurso espontáneo para agradecer la distinción.


“Señor rector de San Marcos, señores decanos, señoras y señores catedráticos, señoras, señores, queridos amigos. De más está decirles lo agradecido y emocionado que estoy con este reconocimiento que me hace mi alma máter y las palabras tan cariñosas que ustedes han escuchado de Carlos Eduardo Zavaleta, quien es amigo y colega desde mis años sanmarquinos. Me conmueve mucho estar aquí porque estos patios, este mismo local, me resucitan una época que recuerdo, naturalmente, como todas las personas que llegan a la edad que yo tengo, con mucha nostalgia y cariño. Los años sanmarquinos fueron para mí fundamentales desde el punto de vista intelectual, desde mi formación literaria y también desde mi formación cívica. Nunca me he arrepentido de haber ingresado a la Universidad de San Marcos y haber pasado aquí seis años. Fueron años muy difíciles para el Perú aquellos, padecíamos una vez más en nuestra historia una dictadura, la del Ochenio, la del general Odría, una dictadura que fue, como suelen serlo todas, violenta, represiva, y también, por supuesto, muy corrupta. Mi generación la padeció más que nadie porque esos ocho años fueron, para quienes habíamos nacido en el mismo año que yo, los años en los que pasamos de la niñez a la adolescencia y luego a la edad adulta. Los años en los que en nuestro país la política se había convertido en una mala palabra. Estaba prohibido hacer política, ese era un privilegio de quienes tenían el poder.


Era un país en donde se cometían abusos, pero no había manera de denunciar o protestar. Donde había corrupción, pero la corrupción no podía ser sancionada ni denunciada. Había muchos peruanos en la cárcel y muchos peruanos en el exilio. San Marcos, precisamente, cuando yo entré acababa de ser objeto de una terrible represión. En el año 52 había habido una huelga, una de las manifestaciones quizás más enérgicas y vibrantes a la dictadura de Odría, y San Marcos había pagado muy caro esa inconformidad gallarda. Muchos estudiantes y profesores estaban presos o en el exilio y la universidad estaba sembrada de confidentes del siniestro director de gobierno de la época, Alejandro Esparza Zañartu. Sin embargo, uno de los escasos focos de resistencia a la dictadura era precisamente esa universidad a la que yo entré en el año 1953.


Aquí, probablemente, era una de las raras instituciones en las cuales un espíritu de resistencia, democrática y de vocación libertaria se hacía sentir, enfrentándose a todos los riesgos y sanciones que aquello conllevaba. Aquí los jóvenes podían vivir, aunque fuera en minoría y en secreto y clandestinidad, una actividad cívica y una acción política. Aquí se podía soñar y discutir con un país distinto y emprender algunas acciones. Por mínimas e insignificantes que fueran, de alguna manera representaban una contrapartida a la vida espesa, cínica y mentirosa que hacía de política en el Perú del Ochenio. San Marcos había sido a lo largo de su historia una institución inconforme, rebelde, donde se había soñado con un porvenir distinto para nuestro país. De esta universidad, no hay que olvidarlo, han salido las grandes figuras intelectuales del Perú, figuras que tanto en los dominios científicos como en las humanidades han representado la flor y nata de nuestro país. La Universidad de San Marcos a la que yo entré todavía tenía algunas de esas figuras señeras que han marcado en nuestra vida cultural y han dejado una huella indeleble.


Mi formación intelectual comenzó aquí en los patios de Letras y derecho donde tuve profesores extraordinarios a los que siempre recuerdo con enorme gratitud. El más importante de todos ellos es para mí, por supuesto, el doctor Raúl Porras Barrenechea. Siempre digo que he tenido la suerte de escuchar por el mundo a muchos intelectuales de primera línea y de haber aprendido mucho oyéndolos conferenciar, pero nunca escuché a ninguno hablar con la elegancia, con la sabiduría, con la brillantez con la que lo hacía Raúl Porras Barrenechea.


Aparte de eso, siempre recuerdo el patio de letras de San Marcos, que era en esos años como el cuartel general de la literatura peruana. Ahí pasaban todos los escritores, poetas, narradores, letrahabidos, muchachos y muchachas con sueños de escribir y publicar alguna vez, y esa era como una formación paralela a la que uno recibía en las aulas. Ahí se disputaba con gran pasión y con un fondo inalterable de amistad. Ahí tal vez, y por culpa de Carlos Eduardo Zavaleta, escuché por primera vez hablar de William Faulkner, que es uno de los escritores que más me han marcado. Recuerdo nuestras actividades clandestinas y conspiratorias aquí en San Marcos, en el grupo Cahuide, que era el nombre con el que se trataba de reconstruir el Partido Comunista Peruano, que había sido prácticamente desintegrado por la presión en el año 52. Creo que eran muy pocos, pero esos pocos vivíamos una excitación, unas ilusiones, la sensación de vivir una extraordinaria aventura por una parte, y la otra desde luego bastante utópica, de estar trabajando por la transformación no solo de nuestro país, sino de la humanidad. Ese sueño de un mundo distinto, de un mundo de justicia, de verdadera igualdad y libertad aquí lo vivimos en esos grupos minúsculos en los que imprimíamos volantes en unos mimeógrafos que se nos caían a veces de viejos y ruinosos, y que repartíamos en los patios de San Marcos, y a veces, a partir del año 56, ya fuera de la universidad. Fue un aprendizaje también cívico, de la formación de personalidad que a mí me ha marcado para el resto de la vida. Por todo eso, San Marcos me ha acompañado siempre, como escritor, como ciudadano, creo que en esos años viví con una intensidad, con una riqueza que me han alimentado desde entonces.


Podría seguir contando muchas anécdotas de esos años, pero creo que con las que he evocado ya basta para que ustedes entiendan hasta qué punto estoy agradecido y emocionado con la Universidad de San Marcos, por darme, además de todo lo que me dio en mis años de estudiante, esta medalla, estos reconocimientos, por haber creado una cátedra que lleva mi nombre, algo que nunca hubiera imaginado en esos años. Nada puede alegrarme, conmoverme y hacerme sentir más reconocido que la universidad en la que estudié. Qué más puedo decirles, nada, simplemente que soy muy consciente de que con esta medalla, con esa declaración, con esa cátedra que se ha creado, viene acompañada una obligación, de la que estoy muy contento y consciente y a la cual voy a tratar de responder con todo el rigor.


Sin ninguna duda es para mí uno de los recuerdos más hermosos de estos meses de cuento de hadas que vengo viviendo desde que los académicos suecos decidieron el Premio Nobel. Porque San Marcos, como dije al empezar esta pequeña alocución y así quiero terminarla, es una de las buenas cosas que le han pasado a nuestro país. Es una institución antigua, como decía Arguedas, la antigüedad es un valor, y pues uno de los valores peruanos es esta universidad, la más antigua de América, siempre un foco extraordinario de ciencia, de trabajo intelectual, de investigación, de creación, y también una institución que ha luchado incesantemente por la libertad, por un mundo mejor que el que tenemos, por un mundo de mayor igualdad, de mayores oportunidades, de mayor tolerancia, un mundo sin violencia, sin represión, un mundo que esté de alguna manera a la altura de las mejores cosas que ha dado a lo largo de la historia nuestro país. Es una tradición que siempre siento muy cerca y desde luego que no ahorraré esfuerzo para no defraudar a quienes me han abrumado verdaderamente esta noche con tanta generosidad. Muchas gracias a todos.”