HACER EL
AMOR POR PRIMERA VEZ, DESCRITO POR GABRIEL GARCÍA MARQUEZ
José Arcadio Buendía (junior) era
“un adolescente monumental”. Una sirvienta llamada Pilar Ternera, que ayudaba a
Úrsula en los quehaceres domésticos de la casa, estando solos, le tocó sus
partes íntimas a José Arcadio y, naturalmente, despertó su innata sensación
humana de estar con la mujer, cuyo “olor de humo en las axilas se le quedó
metido debajo del pellejo”. “Quería estar con ella en todo momento”. Cada vez
más Arcadio la deseaba “con una ansiedad brutal” a la mujer.
Una noche decidió sigilosamente
salir de su casa a buscarla. “deseaba de todo corazón que la puerta estuviera
atrancada. Pero estaba abierta … sintió el olor y se guió por él, cuando una
mano con todos los dedos extendidos, que tanteaba en la tinieblas, le tropezó
la cara, se confió en aquella mano y se dejó llevar hasta un lugar donde le
quitaron la ropa y lo zarandearon como a un costal de papas y lo voltearon al
derecho y al revés, en una oscuridad insondable en la que le sobraban los
brazos, donde ya no olía a mujer, sino a amoníaco y estaba haciendo sin saberlo
cómo porque no sabía dónde estaban los pies y dónde la cabeza, ni los pies de
quién ni la cabeza de quién, y sintiendo que no podía resistir el aire de sus
tripas, y el miedo, y el ansia atolondrada de huir y al mismo tiempo de
quedarse para siempre”, ¡hizo el amor!, tan gozoso resultó que ya no buscó a
otra y, pese a ser muy menor de Pilar, se casaron. (Cien años de soledad).
Gabriel García Márquez, vivirá
eternamente.
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