DANTE ALIGHIERI: genio de las
letras
Dante Alighieri nació en Florencia, Italia (1265-1321). La
Divina Comedia es su famosa obra literaria universal que admira la
humanidad por siglos. Leer esta extraordinaria obra de Dante nos hace andar en
el infierno, en el purgatorio y en el cielo (paraíso) junto al mismo Dante, a
Beatriz y a Virgilio, quienes simbolizan al hombre, a la fe y a la razón;
respectivamente.
Respecto al Infierno en su argumento inicial dice: “A
mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta
había extraviado. ¡Cuán dura cosa es decir cuál era esta salvaje selva, áspera
y fuerte que me vuelve el temor al pensamiento! Es tan amarga casi cual la
muerte; mas por tratar del bien que allí encontré, de otras cosas diré que me
ocurrieron. Yo no sé repetir cómo entré en ella pues tan dormido me hallaba en
el punto que abandoné la senda
verdadera. Mas cuando hube llegado al pie de un monte, allí donde aquel valle
terminaba que el corazón habíame aterrado, hacia lo alto miré, y vi que su cima
ya vestían los rayos del planeta que lleva recto por cualquier camino. Entonces
se calmó aquel miedo un poco, que en el lago del alma había entrado la noche
que pasé con tanta angustia. Y como quien con aliento anhelante, ya salido del
piélago a la orilla, se vuelve y mira al agua peligrosa, tal mi ánimo, huyendo
todavía, se volvió por mirar de nuevo el sitio que a los que viven traspasar no
deja. Repuesto un poco el cuerpo fatigado, seguí el camino por la yerma loma, siempre
afirmando el pie de más abajo. Y vi, casi al principio de la cuesta, una onza
ligera y muy veloz, que de una piel con pintas se cubría; y de delante no se me
apartaba, mas de tal modo me cortaba el paso, que muchas veces quise dar la
vuelta”. Leamos este mismo párrafo de otro traductor:
“A la mitad del camino de nuestra vida me
encontré en una selva oscura, por haberme apartado del camino recto. ¿Cuán
penoso me sería decir lo salvaje, áspera y espesa que era esta selva, cuyo
recuerdo renueva mi temor, temor tan triste que la muerte no lo es tanto! Pero
antes de hablar del bien que allí encontré revelaré las demás cosas que he
visto. No sabré decir fijamente cómo entré allí; tan adormecido estaba cuando
abandoné el verdadero camino. Pero al llegar al pie de una pendiente, donde
terminaba el valle que me había llenado de miedo el corazón, miré hacia arriba
y vi su cima revestida ya de los rayos del planeta que nos guía con seguridad
por todos los senderos. Entonces se calmó
algún tanto el miedo que había permanecido en el lago de mi corazón
durante la noche que pasé con tanta angustia … Después, cuando di algún reposo
a mi fatigado cuerpo, continué subiendo por la solitaria pendiente, procurando
afirmar siempre aquel de mis pies que estuvieran más abajo”.
Y así. En cerca de
400 a 500 páginas Dante nos narra lo que es el infierno, el purgatorio y el
Cielo a través de cerca de 40 cantos (Poemas). Del infierno nos dice que en la
puerta hay un mensaje: “¡Oh, vosotros, los que entráis, abandonad toda
esperanza” y describe los sufrimientos humanos. Sobre el purgatorio –purgatorio
significa purificación de los pecados para acceder al cielo y estar al lado de
Dios- nos describe los escalones de los Siete Pecados Capitales: soberbia,
envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuria; los que deben ser expiados,
purificados para entrar al paraíso. “En el Cielo todo es paraíso” y ahí están
los bienaventurados, los ángeles, la virgen y Dios.
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