Ritos veintiochojuleros
Cada año las
estereotipadas costumbres patrioteras aburren los días feriados
correspondientes a las (agua)Fiestas Patrias en conmemoración de la
Independencia Nacional. Habiendo en el Perú tanta pobreza y dependencia
¿Independencia de qué festejamos cada año?.
El rito de las fiestas
patrias inicia con la farándula congresal que es cubierta por toda la prensa
pues eligen a su presidente. (Nótese que el término farándula está referido a
todo que da espectáculo -farsa, circo, actores, farsantes, cómicos, títeres-; y
el Congreso, HOY lo es. ANTES sí era Congreso de la República de verdad porque
había congresistas pensantes (Víctor Andrés Belaunde -"Vitocho", NO-,
Luis Alberto Sanchez, Carlos Malpica, etc.).
Luego viene el Te Deum
en el que aparece el Presidente de la República –con aplomo y gestos adustos de
ser un presidente de un país que no es pobre y absolutamente convencido que él
es el Poder en el Perú- y su séquito de ministros con sus fajines para escuchar
los sermones de Cipriani (Dónde está el Perú de Landázuri, de Vargas).
Luego el soporífero
discurso del Presidente de la República en el Congreso (sólo recuerdos quedan
de los discursos de San Martín, Ramón Castilla, Fernando Belaúnde, Juan
Velasco), al que asiste con una parafernalia que resulta una cachetada al
pueblo que dice festeja su Independencia: Húsares de Junín a Caballo con Banda
de Guerra, un ejército de agentes de seguridad y policías trotando alrededor
del Presidente cual si fuese un Virrey, un Bolívar, un Napoleón, un rey, un
dios; tanto así que le hace creer (convencer) así al mismísimo presidente.
Finalmente el “gran
desfile militar” (hasta cuándo seguirá el espíritu militarizado de las fiestas
patrias) encabezado por Donayre, como lo hacía antes Hermoza.
¿Dónde está el Perú de
Bolognesi, de Grau?). Mejor ya no hablemos de “besamanos” y de los banquetes.
¡Felices Fiestas Patrias!, 50%.
Por: NEH
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