30 marzo, 2009

Syllabus: Promoción y Gestión de PYMES 2009


UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Ciencias Administrativas
Escuela Académico-Profesional de Administración

S Y L L A B U S

PROMOCIÓN Y GESTIÓN DE PYMES

PROFESOR DEL CURSO: Dr. Nemesio Espinoza Herrera
POR FAVOR REVISAR EL SYLLABUS ACTUALIZADO DEL CURSO PROMOCIÓN Y GESTIÓN DE PYMES EN EL LINK AGOSTO 2010. GRACIAS.

Syllabus: Doctrinas Administrativas 2009

OJO: Véase el nuevo SYLLABUS del curso DOCTRINAS ADMINISTRATIVAS 2010
en el Link Marzo 2010





UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Ciencias Administrativas
Escuela Académico-profesional de Administración

24 marzo, 2009

Viñetas de Cultura Popular - Tercera parte

Filósofos y científicos inmortales

SÓCRATES
Filósofo universal

Si preguntamos a estudiantes de secundaria y de las universidades de cuál fue la obra escrita de Sócrates, la mayoría dubitan y contestan mencionando algún título. Unos dicen La República, otros Diálogos, aquellos Principia, etcétera. Lo cierto es que Sócrates no dejó absolutamente nada escrito. Sin embargo, la humanidad no deja de hablar de él pese a que ha transcurrido casi 2,500 años.

300 ó 400 años antes de Cristo, Sócrates era considerado el sabio más grande del mundo, porque sabía de todo. Entonces, el mundo se limitaba a los alrededores de la antigua Grecia; Sócrates es también el sabio y filósofo más grande del mundo de hoy. Para “redondear” su fama universal de sabio, Sócrates dijo su célebre frase: sólo sé que nada sé.

Sócrates bebiendo cicuta (Imagen: picasaweb.com)

Como sabio -es decir, como filósofo- Sócrates anduvo por el mundo, reflexionando y dialogando sobre los asuntos humanos cotidianos y de la sociedad de la época: la justicia, el amor, el conocimiento, la sabiduría, la virtud, el valor, la ética, la moral, la prudencia, el deber, etcétera. Cuando Sócrates empezaba hablar en la calle con una persona acerca de la Justicia, por ejemplo, rápidamente mucha gente, ante todo los jóvenes, se aglomeraba alrededor de él para escuchar sus diálogos así como sus reflexiones y todos regresaban a sus casas admirados y pensando en todo lo que había dicho el sabio. Así, Sócrates no sólo lograba extasiar a la gente con sus pensamientos, sino cambiaba su mente, su forma de pensar.

Ser sabio, ser filósofo, por consiguiente, ser humilde, sobrio y sencillo le costó muy caro a Sócrates, en realidad le ha costado mucho a la humanidad, pues Sócrates fue enjuiciado y condenado por una sociedad de entonces cuyo valor social era –como lo es hoy- la mediocridad. Hace cambiar de mentalidad a los jóvenes, va en contra de las creencias en los dioses, es subversivo, es antisistema; fueron los cargos.

En suma, Sócrates fue condenado por un tribunal mediocre. Su delito: buscar, encontrar y decir la verdad. Sus amigos le dijeron –huye Sócrates de la prisión. Pero él, hombre de principios, prefirió no hacerlo. Optó por la muerte. Bebió un potente brebaje ponzoñoso capaz de tumbar inmediatamente a un elefante: la cicuta. Así, la sociedad empezaba a castigar a sus sabios, filósofos, científicos y héroes.


CONFUCIO

Gran filósofo oriental

Contemporáneo de Sócrates, Confucio es el sabio más sabio del mundo oriental. Mientras que Sócrates filosofaba en el mundo helénico (mundo occidental), Confucio lo hacía en el mundo oriental.

Así como Sócrates, Confucio no dejó nada escrito; empero, con sus sabias prédicas, ambos cambiaron la mentalidad de las personas haciéndolas más humanas (y terrenales). Confucio, al igual que Sócrates, no hacía explicaciones divinas de los asuntos humanos terrenales. Encontraba los males de los hombres (y de las mujeres) en ellos mismos y había que (re)construir la mente de la gente orientada hacia la práctica de la buena conducta.

Tanto Confucio como Sócrates centraron también sus preocupaciones en torno al buen gobierno del Estado así como de los asuntos públicos. Abogaban, por ejemplo, que los bellacos, corruptos y mediocres debían estar proscritos para acceder a los cargos públicos.

Se atribuye a Confucio una innumerable cantidad de adagios (proverbios, máximas, refranes, frases célebres) que el lector fácilmente puede encontrar en la Internet.

CHARLES DARWIN

El hombre no fue creado por Dios, evolucionó –muy a su pesar- del mono

Hace poco, el mundo celebró el segundo centenario del nacimiento del célebre científico inglés Charles Darwin. Pero, nosotros queremos resaltar no tanto su nacimiento sino algo más trascendental acontecimiento de Darwin: la publicación de su famoso libro El origen de las especies mediante la selección natural publicado en 1859 (hace más de 150 años). Esta publicación del famoso científico causó un gran revuelco en el mundo entero porque en él Darwin sostenía su teoría de que la existencia de las especies (entre ellas la humana) no se debían a alguna fuerza divina (Dios) necesariamente sino a que esas especies habían demostrado ser las más fuertes para adaptarse fácilmente que otras a su entorno. Darwin planteaba que la selección natural era la causa de la sobrevivencia de las especies. La naturaleza seleccionaba a las especies más fuertes mientras que a las más débiles simplemente condenaba a su desaparición. Así actuaba el dios Naturaleza.

En cuanto a la especie humana, a partir de la teoría de Darwin, la imagen del hombre creado por Dios, se vino por los suelos y se construyó la imagen del hombre evolucionando a partir del mono. No era que según la Biblia el hombre fuera creado por Dios (y de su costilla, la mujer) a su imagen y semejanza sino el hombre evolucionó durante millones de años desde que mono luchando por la sobrevivencia (lucha por la vida) vino a convertirse, muy a su pesar, en humano.

(Imagen: blocs.tinet.catblog)

Esta idea de Darwin (lucha por la vida y sobrevivencia por selección natural sólo de los que son capaces de adaptarse) explica lo que son las cosas por naturaleza. Si una plantita no es capaz de adaptarse a las inclemencias, por ejemplo, del medio ambiente, simplemente está condenada a desaparecer. Si resultara capaz se impondrá, crecerá, se desarrollará y hará que otras plantas de su especie se multipliquen. Si un joven es capaz de conducirse acertada y adecuadamente ante las “inclemencias” de su medio ambiente, triunfará; si no es capaz, fracasará inexorablemente. Así es la Ley de la Vida. Eres capaz (permanentemente) o desapareces (definitivamente). Dos soldados enfrentados, el incapaz muere, el capaz (en la lucha por la vida), sobrevive (y vive).

ALBERT EINSTEIN

Todos le admiramos, pero no le entendemos

Charles Chaplin dijo alguna vez al científico alemán Eistein lo siguiente: “A Ud. le aplauden la gente porque no le entienden, y a mí me aplauden porque me entienden demasiado”.

Teoría de la relatividad, tiempo-espacio relativo, la bomba atómica, la masa y velocidad de la luz, la energía nuclear, la física, etc.; todo eso nos suena a Einstein. ¿Qué es todo esto? El común de las personas, no los comprendemos, No tenemos tampoco por qué comprenderlos. Pero aun incomprendido, Albert Eisntein siempre estará en nuestra mente como el científico que cambió la forma de ver el mundo y con él admirar aún más a la naturaleza, al universo; a Dios, según cada quien.

El inquieto Juan, de apenas 9 años, quiso experimentar por sí mismo la teoría de Einstein explicada por su profesor. Pero lo malo fue que decidió experimentar con su mejor amigo mucho mayor que él. Juan, admirador de Eistein, sabía que su amigo no tenía la menor idea del famoso científico alemán por que no tuvo la suerte de tener un profesor como el suyo. Su proceder consistiría en dos actos. Primer acto: dirigir el puño en cámara lenta, despacio, al rostro de su amigo. Segundo acto: dirigir el puño con enorme velocidad. Dicho y hecho. Primer acto: logró sólo acariciarlo. Segundo acto: tuvieron que llevarlo al hospital.

Así quedaba probada, una vez más, la teoría de Eistein: si a una pequeña masa (puño, por ejemplo) le inyectamos una gran velocidad, su capacidad destructiva es extraordinaria porque libera una enorme cantidad de energía. Así, Albert Einstein había descubierto el principio para la fabricación de la bomba atómica, para la producción de la energía nuclear. Einstein había descubierto algo que puede (y debe) servir para el bienestar de la humanidad o bien puede servir para su destrucción.

(Imagen: www.mydigitallife.co.za)

Esta teoría de Einstein está expresada en la siguiente célebre fórmula matemática: E = mc2. La energía (E) es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz. La velocidad de la luz equivale a la fabulosa cifra de 300 mil kilómetros ¡por segundo! Es decir, si a una pequeña masa le impregnamos la extraordinaria velocidad de 300 mil Km/seg al cuadrado obtendremos una descomunal energía como para destruir todo.

Gracias a este descubrimiento, por ejemplo, puede por debajo de una gran montaña pasar una vía férrea, una carretera o un viaducto porque es fácil perforarlo gracias a la inmensa cantidad de energía que se puede obtener con el principio de Einstein, capaz de romper, en segundos de tiempo, toneladas de rocas.

Por su puesto que Einstein no sólo es famoso por su referida fórmula. También lo es por su teoría de la relatividad. Nada es absoluto, todo es relativo.



LAS TEORÍAS COSMOLÓGICAS

De Aristarco a Galileo

300 ó 200 años antes de la era cristiana, el hombre estaba absolutamente convencido que la Tierra era el centro del Cosmos y que el sol giraba alrededor de ella. Aristóteles, entonces uno de los filósofos más respetados, también creía así.

Sin embargo, el filósofo Aristarco, contemporáneo a Aristóteles, no lo creía así. Gracias a su sabia imaginación y experimentos intuitivos, Aristarco llegó a la conclusión de que la Tierra no era el centro del universo sino el Sol y que la Tierra giraba alrededor de él. Pero nadie le creyó. Más bien creyeron en el entonces mediático y famoso Aristóteles, que no obstante a su fama, estaba equivocado.

Y así pasaron los siglos, siempre creyendo que la Tierra era el centro del universo y que el Sol gira alrededor de ella. 200 años después de la era cristiana, Ptolomeo vuelve a plantear que la Tierra es el centro del cosmos. Hasta que en 1543 Nicolás Copérnico conmociona al mundo. No es la Tierra –decía Copérnico- el centro del universo (Teoría geocéntrica) sino el Sol y, por consiguiente, la Tierra gira alrededor del Sol (Teoría heliocéntrica). (Imagen: astronomiainiciacion.blogspot.com)

Ya con más elementos de juicio y con instrumentos como el telescopio recién descubierto, el famoso científico Galileo Galilei demostró definitiva y científicamente que Copérnico tiene razón y era irrefutable su teoría heliocéntrica. Gracias a Galileo la humanidad sabe, sin ninguna duda, que la Tierra gira alrededor del Sol y que éste es el centro del universo.

Por tal razón Galileo fue puesto en cárcel a perpetuidad, por desafiar a Dios y por contradecir la creencia, por muchos siglos, de la humanidad con la mediocracia como valor social de entonces.



ISAAC NEWTON

Su explicación científica de por qué los planetas y estrellas del Cosmos, estando en movimiento, no chocan entre sí y no caen en el espacio

El cosmos (el universo, el espacio, el conjunto de galaxias) es extraordinariamente infinito. En él, y alrededor del sol, giran muchos planetas, satélites y millones de estrellas a velocidades extraordinarias. Pero no chocan, no caen en el vacío. ¿Por qué?. El famoso científico Isaac Newton dice: no chocan ni caen porque hay fuerzas armónicas de atracción entre ellos.

Newton establece el siguiente enunciado matemático: la fuerza de atracción de un cuerpo celeste a y otro b es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias (siempre que espacios y tiempos sean absolutos). (Imagen: www.amordediospinilla.es)

El anterior enunciado se traduce en la siguiente fórmula matemática: Fab = Ma x Mb /D2. Esta fórmula expresa la Teoría matemática de la Ley de gravitación universal.

MARIO BUNGE EN LIMA

(Marzo 2009)

Mario Bunge, considerado como uno de los filósofos (y epistemólogos) más preclaros del siglo XX-XXI en el mundo, está en Lima. Ayer, 23 de marzo de 2009, en el auditórium de la Facultad de Administración de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Bunge inició el dictado de un curso internacional sobre Filosofía y Política. (Imagen: www.karlafrechilla.com/2008/04/)

Mario Bunge, Argentino él y residente en Canadá, obtuvo el premio Príncipe de Asturias, antesala del Premio Nóbel. Muchas universidades del mundo, entre ellas la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, le ha otorgado el grado de Doctor Honoris Causa. Tiene una gran cantidad de publicaciones sobre la Filosofía de la Ciencia (Epistemología). Bien podría considerarse como uno de los cuatro epistemólogos más influyentes en estos últimos 100 años: Popper, Kuhn y Lakatos. Bunge, a diferencia de Popper (creyente y defensor del liberalismo), es considerado como un filósofo progresista.

Su célebre libro La Ciencia, su método y su filosofía dio vuelta al mundo entero. En el Perú es la publicación “best seller” en el ámbito de la filosofía de la ciencia, de la epistemología y/o de la gnoseología, y podemos encontrar este pequeño libro en cualquier librería y quiosco. Es un libro de necesaria (y fácil) lectura y comprensión para los universitarios en general y especialmente para los investigadores. Otro de los libros de Bunge de mucha importancia en el ámbito de la Investigación Científica (Epistemología) es La Investigación Científica, su estrategia y filosofía. Pero además de estis libros, Bunge es dueño de una frondosa producción intelectual en el ámbito de la Ciencia y su filosofía. 

A continuación anotamos algunas citas textuales de Bunge:

“La ciencia es una valiosa herramienta para domar la naturaleza y remodelar la sociedad”. “La ciencia se caracteriza como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible”.

“La ciencia intenta describir los hechos tales como son, independientemente de su valor emocional o comercial. La ciencia no poetiza los hechos ni los vende, si bien sus hazañas son una fuente de poesía y de negocios”.

“Las ciencias formales demuestran o prueban; las ciencias fácticas verifican –contrastan- (confirman o disconfirman) hipótesis que en su mayoría son provisionales. La demostración es completa y final; la verificación es incompleta y por ello temporaria. La naturaleza misma del método científico impide la confirmación de las hipótesis fácticas”.

“Es verdad que en ciencia no hay caminos reales, que al investigar se abre camino en la selva de los hechos y que los científicos elaboran su propio estilo de pesquisa..(pero que)la brújula es el método científico”.

“Reglas muy obvias del método científico: 1) Formular el problema con precisión e insertado a un cuerpo de conocimientos científicos (datos, teorías, técnicas), 2)Proponer conjeturas bien definidas, fundadas y delimitadas...que Expresen relaciones bien definidas entre las variables, 3) Someter a la hipótesisa contrastación dura, no laxa”.

“Además de la Racionalidad, exigimos de los enunciados de las ciencias fácticas que sean verificables en la experiencia, sea indirectamente (en el caso de las hipótesis generales), sea directamente (en el caso de las consecuencias singulares de las hipótesis). Únicamente después que haya pasado las pruebas de la verificación empírica podrá considerarse que un enunciado es adecuado a su objeto, o sea, que es verdadero, y aun asi hasta nuevo orden”.

“El conocimiento fáctico, aunque racional, es esencialmente probable; dicho de otro modo: la inferencia científica es una red de inferencias deductivas (demostrativas) y probables (incluyentes)”.

Posición de Bunge respecto a las universidades:

“Gran parte o tal vez la mayoría de las universidades latinoamericanas no son tales, son simplemente centros donde se enseña algo que se aprendió hace 50 años”. “La universidad tradicional es dogmática y libresca y consecuentemente, memorista La universidad moderna, en cambio es una fábrica de conocimientos, tiene laboratorios y talleres. No se estudia por apuntes, sino por libros y artículos de revistas... los alumnos no escuchan pasivamente, se discuten ideas. Es una universidad en la que no hay exámenes en sentido tradicional, yo no tomo exámenes, es una pesadilla para el profesor y alumno, tomo una exposición oral y al final una memoria de 30 hojas

“He sido simplemente beneficiario y víctima de la educación. También he sido victimario: desde la edad de 18 años he estado impartiendo clases”. “Los profesores universitarios de América Latina no investigan, enseñan un número excesivo de horas para poder vivir. Yo enseño 6 horas por semana. Por ejemplo preparar una hora de clase de matemática requiere tal vez 10, peor aun así no queda tiempo suficiente para estudiar, aprender cosas nuevas, estar al día y aportar nuevos conocimientos. Un profesor que investiga transmite a sus alumnos nuevos conocimientos, la curiosidad y la pasión por la búsqueda de la verdad”.

NEH- 032009.