30 junio, 2009

Facultades de Administración y formación de empresarios

LA FORMACIÓN DE EMPRESARIOS EN LAS FACULTADES DE ADMINISTRACIÓN


"Se debe incentivar formación de empresarios en la universidad"

Por: Juan Gensollen Sorados
c.u. 14-01-2009 Así lo manifiesta el doctor Nemesio Espinoza Herrera, profesor principal de la Facultad de Ciencias Administrativas de esta casa superior de estudios y responsable del curso “Promoción y Gestión de Pymes”.
Según el docente, en la juventud está plasmada una inquietud por hacer empresa u orientarse a los negocios, por lo que las Facultades de Administración del país deberían contribuir a la formación de nuevos empresarios.
Este interés por la importancia de las pequeñas y microempresas (Pymes) como alternativas de solución al problema del desempleo y de la pobreza en el Perú, lo llevó a investigar la situación en la que se encuentran estas entidades. Los resultados revelaron que hay una juventud que no halla algunas motivaciones o incentivos, sobre todo en estudiantes de Administración, para orientarse hacia el empresariado, a pesar de que muchos de ellos tienen potencialidades.
“Lo que sucede es que no les estamos ofreciendo estrategias pedagógicas ni oportunidades para que puedan plasmar sus ideas de negocios en proyectos empresariales importantes”, sostiene. Al respecto, señala que la realidad académica sigue mostrando el eterno divorcio entre la teoría y la práctica, “realidad que no sólo está en San Marcos sino en todas las universidades e inclusive en algunas de Latinoamérica. Es casi una regla, no es la excepción”.
Estas investigaciones han sido posibles con el apoyo del Vicerrectorado de Investigación, a través del Consejo Superior de Investigaciones, producto de las cuales es la reciente aparición de su libro Creación y Gestión de Pymes, de fecha próxima de presentación.

Viñetas de cultura popular - Cuarta parte

VIÑETAS DE CULTURA POPULAR Nº 4
VERSÍCULOS SOBRE EL SABER POPULAR

El Tribunal de la Razón
Acaso la virtud más grande del ser humano sea su capacidad de razonamiento, es decir, de pensamiento ¿Razonamos? ¿Pensamos? O es que actuamos y nos conducimos sin razonar, impulsados por nuestros prejuicios, estereotipos, costumbres, taras. “En cuanto al espacio, el universo me comprende y me devora como un punto. Pero por el pensamiento (por la razón) yo comprendo al universo”, decía Blaise Pascal, científico y filósofo francés que inventó la computadora en 1642. La razón es Dios, Dios es la razón. Inclusive la religión está –o debe estar- “dentro de los límites de la razón”. La razón del pensamiento humano es lo que –finalmente- hace avanzar, para bien o para mal, a la humanidad. El razonamiento (la reflexión, la deducción, la inferencia, la lógica, el “filosofar”) o el pensamiento es la fuente de los conocimientos. Para conocer la verdad de las cosas o fenómenos –o aproximarse a ella- hay dos caminos: razonar o experimentar (tocar, oler, oír, ver, sentir). Razonar y experimentar no es –no debía ser- excluyentes sino complementarios para conocer o explicar acertadamente las cosas o los fenómenos. Racionalismo (la razón, el pensamiento) y empirismo (experiencia) han sido, desde siglos atrás, dos métodos para conocer. Los grandes filósofos como Descartes (pienso, luego existo; decía), Spinoza, Leibniz (racionalistas) así como Bacon, Hume, Locke, Comte (empiristas) plantearon que los conocimientos se adquieren racionalmente (los primeros) o empíricamente (los segundos). Pero uno (racionalismo) no excluye al otro (empirismo). Se complementan. Es indudable que para conocer hay que razonar –ante todo- pero también experimentar. Grandes peruanos lograríamos si desde niños enseñáramos -en el hogar, en el colegio. en la universidad- a RAZONAR. La educación es -o debe ser- ante todo enseñar a razonar, a formar el hábito del razonamiento, de la lógica, del pensar (y bien) antes de actuar y hablar. No debemos creer en nada hasta comprobar con la razón. Para aceptar como verdad, primero razonar (y bien). La razón es lo único que nos diferencia de los animales (irracionales). Todo debe ser sometido al Tribunal de la Razón, a la Luz de la razón. Salvo “el corazón que tiene sus razones que no ve la razón”. (En la imagen, René Descartes -1596-1650- quien dijo: Razono, luego existo. Su famosa obra fue titulado El Discurso del Método).

La Naturaleza es DIOS. Dios es la NATURALEZA. Panteísmo
El gran filósofo de Holanda Baruch de Spinoza (1632-1677) predicaba que Dios es totalidad, Dios es la Naturaleza, es decir, fue panteísta. Fue tildado también de impío, ateo. “La idea es previa a la idea de la idea” razonaba. Dios está en las plantas, en los ríos, en el mar, en el aire, en las montañas; está en nosotros, en nuestros pensamientos, en el universo, en las galaxias; está en la vida, en la muerte. Dios es todo y todo es Dios. Jehová, Jesús, todos los santos y santas son símbolos para representar a la Naturaleza y obedece a la necesidad de personificarla (y rendirla culto). La verdad está en el Todo, el Todo es la Naturaleza, la verdad está en Dios. Mirar a la Naturaleza como Dios, como en efecto lo es, es mirar a un ser omnipotente, extraordinario, enigmático, admirable, todopoderoso, supremo, hacedor. Amén. (Imagen files.nireblog.com/blogs4)

La razón y la Fe (La Tomística)
Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
El italiano Tomás de Aquino fue un gran filósofo que se doctoró en Teología (filosofía basada en la divinidad, en Dios, en los dioses). La Fe religiosa, especialmente de la iglesia cristiana era la que primaba y por tal razón la Iglesia y los papas tenían todos los poderes. Pronto apareció la teoría confrontacional de los racionalistas, los defensores de la Razón que cuestionaban la fe por la fe. Tomás fue quien compatibilizó la razón y la fe; entre la biblia y el saber racional (razón) concreto; abogando por la armonía entre la Fe y la razón. He razonado, tengo 3 principales vías para demostrar que Dios existe, decía: 1) Hay algo sobrenatural que mueve al mundo 2) Alguien ha tenido que crear al mundo 3) Ese alguien creador perfecto tenía que existir; Lqqd (lo que queríamos demostrar): Dios existe. Más tarde, Denis Diderot (1713-1784), quien dirigió la primera edición de la famosa Enciclopedia, acostumbraba imponer como condición para creer en una idea el que ésta resista las pruebas de la experiencia (empirismo) y de la coherencia (lógica), aceptándola sólo en tanto que las resista. En la Carta sobre los ciegos (1749) de Diderot dice: “Si queréis –dice el ciego- que yo crea en Dios, es preciso que me lo hagáis tocar” ilustrando metafóricamente la idea de que el ciego necesitaba tocar a Dios para creer en su existencia.

La gloria como única vía hacia la inmortalidad
León Battista Alberti (Filósofo humanístico italiano, 1404-1472), propugnaba la idea de la búsqueda de la fama a través de la gloria y como única vía a la inmortalidad. “En tres cosas quería aparecer impecable: en el andar, en el cabalgar y en el hablar” de tal forma que lograría fama que sumado a sus proezas humanas tendría la GLORIA y sería inmortal. Siempre pensaba que su mirada penetraba en el interior de la persona pues dominaba la ciencia del rostro humano, no en vano fue uno de los predicadores del Renacimiento, un movimiento universal por un nuevo concepto de las personas, las que merecen trato como tales. Frente a la disyuntiva éxito o gloria, él determinaba categóricamente por lo segundo. Tener éxito (en el aspecto económico, por ejemplo) no siempre significa tener gloria, menos tener derecho a la inmortalidad. Sócrates, Confucio; buenos ejemplos de la gloria y fama inmortal.

La Luz (del conocimiento) al final del túnel
La ignorancia acerca de la esencia de las cosas y la carencia de conocimientos sobre ellas son expresiones de oscuridad en el camino de la humanidad. Por largos tiempos la humanidad anduvo –o acaso anda aún- en las tinieblas de la ignorancia hasta que se vio la Luz al final del túnel. Luz para la prosperidad de la humanidad. De la Luz proviene el término de ILUSTRACIÓN y el siglo XVIII, principalmente, fue el siglo de las luces, un gran movimiento universal intelectual por los conocimientos en lucha contra la ignorancia provocada o natural propias del feudalismo. El gran siglo de las luces iluminadoras de la razón, del pensamiento, del conocimiento, de la búsqueda de la verdad. Diderot, Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Newton, Galileo; la filosofía, la química, la física, la biología, las artes; revolución francesa, revolución industrial; etc., etcétera: signos inequívocos de ese gran siglo de oro de las luces que iluminó a la humanidad. Pasó el siglo XIX y el XX, estamos caminado por el XXI; empero, casi desapercibidos por la baja intensidad de la luz del farol de la humanidad que es el conocimiento y por la existencia de tanto problemas irresolutos en el planeta Tierra. El mundo de hoy, sumido en tantos problemas, como la contaminación, necesita con premura otro siglo XVIII, otro siglo de luces, otro movimiento por la Ilustración. (Imagen www.atravesdevenezuela.com)

La persona humana es, por naturaleza, buena; pero la sociedad la corrompe
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), filósofo suizo explicó la naturaleza humana. Su libro más inmortal se tituló El contrato social: “El hombre nace libre –decía-, pero en todos lados está encadenado; el hombre es bueno por naturaleza” pero la sociedad lo corrompe; por lo que, entre otras cosas, planteaba la necesidad de una buena educación. Defensor acérrimo de la libertad. “Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes”. “El hombre es el lobo para el hombre”. Para promover la felicidad humana, por lo tanto, es necesario –predicaba Rousseau- un contrato (social), un convenio, un acuerdo, un reglamento, una norma; una forma de encontrar “una asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común a la persona y los bienes de cada asociado y por la cual, uniéndose cada uno a todos, no obedezca sin embargo más que a sí mismo y permanezca tan libre como antes”. Tal es el problema fundamental, cuya solución es “el contrato social” pero que sean escrupulosamente cumplidos. Como esto no es posible, entonces queda explicada la infelicidad humana.


Abriendo trochas, haciendo caminos
El poeta español Antonio Machado (1875-1939) recitó una de sus célebres poemas así: “Caminante, son tus huellas / el camino y nada más; / caminante, no hay / camino,/ se hace camino al andar.// Al andar se hace camino /y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar. // Caminante no hay camino / sino estelas en la mar... // Hace algún tiempo en ese lugar / donde hoy los bosques se visten de espinos /se oyó la voz de un poeta gritar / "Caminante no hay camino, / se hace camino al andar...". Esta famosa frase Caminante no hay camino, camino se hace al andar, se ha convertido en una gran verdad corroborada por todos, especialmente por los de mayor edad. Efectivamente, nadie nos va a señalar el camino de nuestros destinos porque simplemente no existe. Cada persona hace su propio (sinuoso) camino, haciéndolo, abriendo trochas; ganando experiencias, triunfando y fracasando (a la vez); llorando, riendo; ganando, perdiendo; sediento, hambriento o saciado; harapiento o atildado; solo o acompañado; cayéndose, levantándose; en fin. En este momento estamos aquí, no sabemos cuál es el camino de mañana; sólo nos queda seguir haciendo camino. Lo importante es caminar para hacer camino y no sentarse esperando que alguien nos señale lo inexistente. No hay camino, camino se hace al andar. (Imagen: sp4.fotolog.com)

Solución salomónica
¿De dónde proviene eso de “solución salomónica”? Cuenta la historia que el rey del antiguo Israel, Salomón, rey sabio y justo a la vez -aunque lo de sabio y justo no siempre presentes en los reyes o gobernantes- solucionó del modo más inteligente, racional y justo el reclamo de dos mujeres. El reclamo consistía en lo siguiente: María y Julia, habían dado a luz cada una a un niño. María mientras dormía asfixió accidentalmente a su hijo quien murió. Ante tal fatal situación ideó y puso en marcha un plan. Mientras Julia dormía con su hijo, María se acercó sigilosamente y sin que se diera cuenta lo cambió. Cuando Julia despertó encontró a su niño muerto; pero revisándolo bien determinó que no era su niño y rápidamente pudo darse cuenta del “cambiazo” (dicen que es frecuente en las maternidades de hoy). Luego de un acalorado altercado y por supuesto sin llegar a una solución, determinaron acudir al rey Salomón para encontrar justicia. –Escucha mi rey, esta mala mujer quiere quitar a mi hijo, dijo airada la malvada María. -No es verdad mi señor, retrucó Julia con firmeza. -El niño que dice es de ella es mío y que esta mala mujer lo ha cambiado mientras yo dormía. Ante tal difícil situación, el rey Salomón ordenó a sus súbditos: -Matad al niño en disputa y partid por la mitad y entregad a cada una de ellas su parte. María ni se inmutó y por el contrario asintió que le dieran su parte. Julia se opuso y solicitó al rey dejar vivo al niño y que renunciaba a su parte que la corresponde. Entonces el rey, solamente observando la actitud y gestos propios del amor de una madre, supo que la verdadera madre era Julia. La verdad y, por consiguiente, la justicia, habían triunfado. (Imagen: www.namaste.com.mx/)


Oratoria
Demóstenes (384-322 a. C.), el orador más grande de todos los tiempos, no nació con tal virtud. Era achacoso, enclenque, ceceaba al hablar, poseía una timidez casi patológica para hablar frente a la gente; pero determinó ser un gran orador para completar su fama de guerrero y de estadista. Practicó de mil formas y con muchos esfuerzos. Construía retóricas, se encerraba en habitaciones para ensayar discursos, acostumbraba ir a las orillas del mar para lanzar sus elocuentes peroratas de tal forma que silenciaba a las olas y al bullicio de las aves y así agrandaba sus pulmones, frecuentaba a los ríos para ver en el reflejo de sus tranquilas aguas los gestos de sus alocuciones, chancaba piedras en pedacitos y con ellos hacía gárgaras para timbrar y alzar su voz. A propósito de la oratoria, el genial peruano Sofocleto (el recordado escritor de humor Luis Felipe Angell de Lama 1926-2004), que en honor al gran Sófocles adoptó tal exitoso apelativo, decía categóricamente que “la oratoria es el arte de no decir nada; pero diciéndolo con mucho énfasis”. Naturalmente que uno de los requisitos (secretos) elementales del buen orador es perderle miedo a hablar en público; pero, “la mente es una cosa maravillosa que comienza a funcionar desde el primer minuto en que nacemos y no se detiene sino hasta que nos disponemos a hablar en público” (anónimo). Si te nubla la memoria por miedo al público, adiós a tu discurso. (Imagen: 3.bp.blogspot.com)

Nada llevo, nada dejo
La muerte es inevitable. Es una Ley de la Naturaleza, de Dios. Menos los médicos pueden evitarlo, ni siquiera tardarlo. Empero, el ser se va de la vida así como vino: desnudo, sin nada. Sin nada vino a la tierra, sin nada se marcha de ella. “Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro MAGNO convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos: 1. Que su ataúd fuese transportado por los médicos de la época. 2. Que fueran esparcidos por el camino hasta su tumba los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas…) y 3. Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, a la vista de todos. Uno de sus generales, admirado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuales eran sus razones. Alejandro explicó: 1. Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar. 2. Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen y 3. Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos. (http://www.aristidesechauri.com/).

Los laberintos del cura
El amor es una locura que ni el cura lo cura … ¿me lo jura?

Domingo, mi hermano, muy a su estilo, cuenta así respecto a un cura (sacerdote) y yo, dándole alguna forma, relato en los siguientes términos. Resulta que hace varias décadas atrás, llegó al pueblo de Vito un cura para residir un tiempo y predicar la palabra de Dios. En esos tiempos entonces, recibirlo al cura significaba para el pueblo tenerlo al mismo Dios al alcance de la mano. El cura y el guardia (policía) eran, en aquellas épocas, los más temidos por el pueblo. Apenas llegado el cura, hombres y mujeres (y naturalmente las autoridades comunales) se apresuraron en ofrecerle todas las atenciones que tan noble visitante se merecía y creyendo que así lograrían indulgencias del Alto, se empeñaron en otorgarle ofrendas: gallinas, huevos, cuyes y hasta carneros. Uno de los comuneros –que guardaba en secreto unos pecadillos de faldas (de polleras) no encontró mejor modo de expiar sus culpas y purificar su alma de una vez por todas que ofreciéndole a su hermosa hija menor, calificada como la más bella (y virgen) del pueblo para el servicio doméstico del cura. Así fue pasando el tiempo, hasta que el “bendito” cura resolvió sus dubitaciones, sibilinas intenciones y sigilosas insinuaciones anteriores y persuadió a la chica no sólo a predicarle el amor sino en ¡hacerle! Además, las condiciones eran propicias por cuanto la agraciada damita estaba convencida que hacerle el favor al cura era hacerle favor al Alto Creador. Pero al cura le asaltaba su escaso lado humano y se preocupó en el hecho de que siendo ella virgen mal haría el amor sin prevenirla del dolor que significaría su desfloración. Se proveyó de ungüentos. Llegado el buen día –en realidad la buena noche- ambos estuvieron enfrascados en los prolegómenos amorosos mientras el pueblo dormía. El cura, ya perdido en su juicio y absolutamente convencido que era el primero que tocaba a la diosa del pueblo (así considerada por su deslumbrante belleza), untó en sus partes íntimas de la doncella con tan delicadeza que ocasionó la natural inquietud de ella: -doctor ¿por qué y para qué usted hace todo esto?, le dijo. -Para que no te duela, respondió. La chica con toda la naturalidad e ingenuidad propia de su edad le aventó sin misericordia en el rostro del cura diciéndole: -¿Así? ¿y cómo el sacristán lo hace sólo con la saliva? ¡Todo acabó! Al día siguiente el cura lió sus maletas y se fue para siempre del pueblo. (Imagen: www.fiebrebetica.com/media/galeria)

Postgrado y producción de la Ciencia y Tecnología

LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO Y LA PRODUCCIÓN DE LA CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN EN EL PERÚ


LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO Y LA PRODUCCIÓN DE LA CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN EN EL PERÚ

Dr. Nemesio Espinoza Herrera (*)

En la era mundial de la globalización y del conocimiento, el desarrollo sostenido de las sociedades del planeta se encaminan al paso en que los países producen, divulgan y aplican la ciencia, tecnología e innovación, proceso en el que las universidades tienen –deben tener- un rol protagónico a través de los estudios de postgrado.

En el ámbito latinoamericano el nivel de desarrollo científico es aún incipiente, siendo más elocuente en el caso del Perú, debido a que aún no existe sostenidas políticas nacionales de Estado ni reales compromisos institucionales vinculados a la promoción de la investigación científica entendida como la producción de la ciencia, tecnología e innovación. Como consecuencia de todo esto, en general, el Perú no aparece en las estadísticas de producción científica regional, en las que destacan Brasil, Argentina, México y Chile.

Bástese tres indicadores para graficar lo manifestado. En tanto que Israel invierte en Investigación y Desarrollo el 4.5% del PBI, Finlandia 3.8, Japón 3 Korea 2.7, Estados Unidos 2.54, Brasil 1.04, Chile 0.57, México 0.39; el Perú invierte un poco más del 0.08. En tanto que Estados Unidos produce 380 mil artículos científicos en revistas indexadas e indizadas internacionales, Brasil produce 4 816, Chile 2 482, Argentina 1 814, Venezuela 935, Colombia 759, Uruguay 409; el Perú produce apenas 283. Mientras que Japón ha solicitado 425 mil patentes, Korea 145 mil, Brasil cerca de 25 mil; Perú 1 240, de las cuales el 96% corresponden a extranjeros. (Informaciones obtenidas de diversas fuentes).

En este contexto, los estudios de postgrado -conducentes a la obtención de los grados académicos de maestro y de doctor- son centros eminentemente de investigación científica. Empero, en el caso del Perú, estos programas no están cumpliendo a cabalidad sus roles esenciales en cuanto a la producción científica y, más bien, en ellos se evidencian la “fuerte mercantilización de los postgrados que se desarrollan en función de demandas. Se comienza a ver los postgrados como fuente de recursos y no como espacio de investigación” (Claudio Rama, 2007).

La escasa producción científica en el Perú, proveniente especialmente de los programas de postgrado, más que a la carencia de suficientes recursos, se atribuye a que la sociedad, y especialmente la universidad, aún no sopesan la real trascendencia estratégica que tiene la ciencia y tecnología en el proceso del desarrollo nacional.

Los argumentos planteados conllevan al reconocimiento de la necesidad nacional de la reestructuración de los estudios de postgrado, como parte del necesario proceso de reconversión de la universidad peruana.

(*) Profesor principal de la Facultad de Ciencias Administrativas. Esta ponencia fue disertada por el autor en la Universidad de Santiago de Chile, en el marco del Congreso Internacional Ciencias, Tecnología y Cultura llevado a cabo en Santiago del 30 de octubre al 2 de noviembre de 2008.

FUENTES CONSULTADAS:
CONCYTEC Perú ante la sociedad del conocimiento – Indicadores de Ciencia Tecnología e Innovación 1960 – 2002. Citado por Luis Sánchez Tam, enero 2006. Políticas de CTI en Perú. NOTA: En la página Web del CONCYTEC-Perú (agosto 2005) se indica que en el país se invierte el 0,08 del PBI en Investigación y Desarrollo.

Estudio de preinversión a nivel perfil. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2002. http://www.concytec.gob.pe/.

Artículos en revistas científicas indexadas en base a ISI (Institute for Scientific Information). FUENTE: La producción científica en el Perú, estudio de los indicadores bibliométricos en el 2004. Raúl F. Cueva. www.unmsm.edu.pe Feb. 2005

La Producción Científica en el Perú en el 2005. Raul F. Cuevas, Maria Mestanza Zúñiga, Augusto Alcalde. RED MUNDIAL DE CIENTÍFICOS PERUANOS (RMCP). Según estos mismos autores, las primeras 05 universidades en el ranking de universidades peruanas con artículos publicados en revistas indexadas son: Universidad Cayetano Heredia, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Pontificia Universidad La Católica, Universidad Nacional de Ingeniería y la Universidad Agraria de La Molina.

CONCYTEC: Perú ante la sociedad del Conocimiento – Indicadores de Ciencia, Tecnología e Innovación 1960 – 2002

www.cienciaperu.org/articulos/n En la que se indica que el número de patentes obtenidas por residentes en 2002 fue: EEUU 85 070, Argentina 145, Chile 37 y Perú 9. Modesto Montoya, Productividad científica y tecnológica en el Perú. Una patente es un instrumento mediante el cual el gobierno otorga la exclusividad para la explotación comercial de una invención. Las solicitudes de patente han sido históricamente consideradas como un indicador de dinamismo tecnológico. Perú tiene los niveles más bajos en solicitud de patentes a nivel regional, según Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Brasil lidera con 3,000 solicitudes anuales, Argentina se ubica en segundo lugar con un promedio de 1,000 por año, México con 800 solicitudes, Chile con 700 y Perú con 200 aproximadamente.

Semanario San Marcos al Día, UNMSM, Nº 161, abril 2008. El OMPI dice que el año de record (más de 156 mil solicitudes) de patentes fue el año 2007. En el Perú en el 2007 fue presentado 1332 solicitudes de los cuales el 96% tiene origen extranjero y apenas 4% es nacional que en su mayoría no provienen de las universidades ni de empresas sino de inventores como personas naturales, destacándose el rubor farmacéutico.

www.sic.gov.co/Articulos_Pagina_Principal/Noticias/2006/Propiedad/Presentaciones/El_Papel.pdf. El papel de la propiedad intelectual en el desrrollo y la trasnsferencia de tecnología: evidencia y reflexiones para América Latina.- Andrés López. Colombia 2006. Informaciones sobre la BALANZA DE PAGOS TECNOLÓGICA. En millones de dólares Chile -346, Argentina -460, Brasil -1289 -365 México, Jaspón -779. Paises desarrollados: +6 103.Reino Unido +1838. EU + 23 470. World Develpment Indicator (Banco Mundial).

www.siicyt.gob.mx/siicyt/docs/contenido/BPTM_310.pdf. BALANZA DE PAGOS TECNOLÓGICA POR PAÍS. Technology Balance of Payments by country 1999 (En millones de dólares de EUA). Alemania tasa de cobertura 0.77% (13 millones ingreso y 16 millones de egreso) EU 2.75% (ingreso 36,467.0 y egresa 13,275.0). Es decir, EU ha vendido tecnología en 40 mil millones y ha comprado por 13 mil millones. México 0.08% (ha ingresado 42.1 millones de dolares y ha egresado 554.2). Reino Unido1.80% (ingresa 16 mil millones y egresa 9 mil millones).

www.ricyt.edu.ar/interior/normalizacion/V_taller/rsachoppt.pdf. PRINCIPALES INDICADORES DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA: Inversiones y gastos en I+D, Patentes, Balanza de Pagos Tecnológicos, Productos de Alta Tecnología, Bibliometría, Recursos Humanos en I+D, Innovación (Encuestas), Innovación mencionada en literatura científica; Soporte público a tecnologías industriales, Inversiones intangibles, Tecnologías de información y comunicaciones.

www.ricyt.org/interior/difusion/pubs/elc2003/4.pdf. La balanza de pagos tecnológica para medir la transferencia de tecnología en los países en desarrollo 1979. 1994. Aplicación del enfoque metodológico conocido como Balanza de Pagos Tecnológica (BPT). En EL AÑO 1990, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publica el “Proposed standard method of compiling and interpreting Technology Balance of Payments data” (OCDE, 1990), difundido como el TBP Manual, en el que se define la naturaleza de las transacciones que deberían ser contempladas y se sugieren los indicadores respectivos. La BPT “registra las transacciones comerciales relacionadas a las transferencias internacionales de tecnología y know-how” (OCDE, 2000). La BPT resulta sólo una medida aproximada que intenta dar cuenta de un proceso determinado y complejo, en este caso particular, la circulación internacional de tecnología. Más allá de este problema de carácter general que exhibe cualquier indicador, la BPT presenta específicos problemas de insuficiencia, recopilación, comparabilidad, interpretación y aplicación.