07 septiembre, 2011

ESTUDIOS DE POSTGRADO

NATURALEZA DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO EN ADMINISTRACIÓN

(MAESTRÍAS Y DOCTORADOS)


Por: Nemesio Espinoza Herrera



Los programas de maestría y doctorado en Administración en las universidades de Lima Metropolitana

Las sociedades del siglo XXI y del tercer milenio se han de liberar de los estragos del subdesarrollo y de la dependencia en la medida que producen, divulgan y aplican la ciencia, tecnología e innovación. La tríada ciencia-tecnología-innovación constituye hoy la catapulta del desarrollo sostenido y sostenible de las modernas sociedades del mundo y, especialmente, de los países de América Latina y del Caribe.


Sin embargo, la ciencia, la tecnología y la innovación no aparecen por ensalmo. Se produce a través de la Investigación Científica. Es así que el desarrollo de las sociedades de hoy –que significa la construcción de sociedades de base tecnológica- tiene por fundamento la Investigación Científica. Sin Investigación Científica, vale decir, sin el concurso de los científicos, no hay ni puede haber ciencia, tecnología e innovación; y, consecuentemente, no hay ni puede haber desarrollo económico y social de los países, entre ellos, el Perú.


El desarrollo económico y social sostenido del país ya no depende de sus ventajas comparativas -como el tener en abundancia recursos naturales-, sino de sus ventajas competitivas –el tener competitividad- sobre la base de la ciencia, tecnología e innovación.


Las universidades, por otro lado, juegan un rol protagónico en lo que corresponde a las investigaciones científicas y, por consiguiente, a la producción de la ciencia, tecnología e innovación. Las universidades, por naturaleza, tienen por misión distintiva, fundamental y prioritaria la investigación científica, vale decir, la producción de la ciencia, tecnología e innovación y, sobre esa base, tiene la misión también de formar profesionales. Una universidad que no investiga y, por ende, no produce ciencia y tecnología no es universidad propiamente dicha.


Las universidades, entonces, constituyen entidades que por antonomasia son centros eminentemente productoras (y divulgadoras) de la ciencia, tecnología e innovación a través de la realización de las actividades de la investigación científica. Por tal razón las mejores universidades del mundo son –y será siempre- aquellas que realizan prioritariamente la actividad de la investigación científica y, por lo tanto, producen ciencia, tecnología.


Algunos elementos para el análisis y discusión del tema


Las universidades tanto públicas y privadas asentadas en Lima Metropolitana que tienen programas de postgrado (maestrías y doctorados) en Administración no cumplen a cabalidad sus roles esenciales en cuanto a la producción de la ciencia, tecnología e innovación en el ámbito de la Administración -las que debieran estar plasmadas en las Tesis-, debido a la convergencia de un conjunto de tradicionales prácticas pedagógicas, de investigación, de diseño curricular, de gestión y carencia de investigadores.


Siendo la característica principal de la universidad peruana la de ser esencialmente profesionalizante, resulta explicable –hasta justificable- que los estudios de pregrado en Administración siendo eminentemente profesionalizantes no ponga énfasis en la investigación científica. Empero, resulta inadmisible y preocupante que los programas de postgrado sean, también, profesionalizantes y no programas eminentemente de Investigación Científica.


“Las Escuelas de Postgrado están destinadas a la formación de docentes universitarios, especialistas (segunda especialidad) e investigadores. Sus estudios conducen a los grados de Maestro y de Doctor”. “Para la maestría y el doctorado es indispensable la sustentación pública y la aprobación de un trabajo de investigación original y crítico”. (Art. 13 y Art. 24, Respectivamente de la Ley Universitaria vigente desde 1984). “La Unidad de Postgrado es la unidad académica de la facultad encargada de planificar, organizar y dirigir los estudios de Segunda Especialización y de organizar y dirigir los estudios de Maestría y Doctorado en el ámbito de su competencia”. “Los estudios de Postgrado están orientados, por un lado, al perfeccionamiento profesional a través de la Segunda Especialización y, por otro, a la formación de docentes universitarios e investigadores a través de la Maestría y el Doctorado”. “Para obtener el grado de Maestro se requiere …sustentar y aprobar una Tesis original y crítica”. “Para obtener el grado de Doctor se requiere … sustentar y aprobar una Tesis de investigación original y crítica de alto nivel”. (Art. 15, 306, 314 y 316 respectivamente del Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos vigente desde 1984).


En ambas normas legales se establecen claramente la naturaleza de los estudios de postgrado: tienen por propósito la formación de docentes universitarios y la realización de las investigaciones científicas cuyo producto final es precisamente la Tesis en la que los graduandos (maestristas y doctorandos) plasman su aporte científico en términos de nuevos conocimientos, tecnologías e innovaciones, en este caso, en al ámbito de la Administración.


Sin embargo, la naturaleza de los estudios de postgrado en general y particularmente los estudios de postgrado en Administración, se ha distorsionado por cuanto estos programas (Maestría y Doctorado) están diseñados para “formar profesionales de alto nivel”, para “Preparar líderes empresariales”, para “entrenar líderes, gerentes y especialistas que buscan transformar las perspectivas profesionales”, para “fomentar que el estudiante desarrolle aptitudes y actitudes de gestión, liderazgo y emprendimiento”, etc.; y no están diseñados para lo que por naturaleza le corresponde: perfeccionamiento de investigadores y la producción de la ciencia, tecnología e innovación a través de la Investigación Científica. (Estos hechos evidencian, entre otras cosas, la “fuerte mercantilización de los postgrados que se desarrollan en función de demandas. Se comienza a ver los postgrados como fuente de recursos y no como espacio de investigación” - Claudio Rama).


Aún cuando en sus documentos de convocatorias de estudios de postgrado en Administración se manifieste que la investigación es la actividad principal y que tienen por objetivos la formación de investigadores científicos y de docentes universitarios; sin embargo, en la praxis los estudios se orientan más hacia el “perfeccionamiento profesional” que a las investigaciones científicas. Los planes de estudios (estructuras curriculares) de los programas de maestrías y doctorados así como sus modelos de gestión pedagógica, evidencian que los estudios de postgrado son más programas de formación profesional que programas de investigación científica.

Las Tesis de maestría y doctorado


De la revisión de una muestra de Tesis presentadas y aprobadas en las universidades para la obtención de grados académicos de magíster y doctor en Administración, se deduce que la mayoría de ellas carecen de la rigurosidad epistemológica, metodológica y científica que imposibilita contribuir a la generación, difusión y aplicación de la ciencia, tecnología e innovación en el ámbito de la Administración con las obvias consecuencias negativas para el país, la universidad y para el mismo graduando. (Véase, por ejemplo, Investigación de Postgrado en Educación: entre la Monofonía o la Polifonía. Carlos Astete Barrenechea. Este hecho corrobora que los estudios de postgrado en Administración son programas enteramente profesionalizantes en contraposición de su verdadera naturaleza como programas eminentemente de investigación científica y por consiguiente productoras de ciencia y tecnología. En otras palabras, las Tesis de post grado no contienen necesariamente aportes del Tesista a la ciencia, tecnología e innovación en el ámbito de la Administración.

La escasa –o casi nula- producción científica en Administración provenientes de los programas de postgrado (maestría y doctorado) en Administración, no se atribuye, sin embargo, al problema del financiamiento o a la carencia de recursos que acaso hasta resultan suficientes, sino al problema de la incipiente cultura científica de las facultades de Administración que impiden crear y orientar esfuerzos así como mecanismos hacia la investigación científica, por consiguiente, hacia la producción de la ciencia, tecnología e innovación en el ámbito de la Administración que deben estar plasmadas en las Tesis.


Las facultades de Administración de las universidades de Lima Metropolitana, al igual que las demás facultades no sólo son eminentemente profesionalizantes sino, en cuanto a la ciencia y tecnología, son instituciones -tanto a nivel de pregrado como en postgrado- meramente receptoras, transmisoras o difusoras de la ciencias y tecnologías en Administración foráneas, especialmente provenientes de Estados Unidos; hecho que crea condiciones para la persistencia incólume de lazos de dependencia económica, ideológica y política de países o regiones con mayor desarrollo en cuanto a las investigaciones científicas e imposibilita al Perú configurar una cultura administrativa o gerencial propiamente peruana e impide su inserción soberana a un mundo globalizado y competitivo para formar parte de la sociedad del conocimiento mundial.


En lo concerniente a la formación de investigadores, sea acaso, otra de las falencias más significativas en cuanto a los programas de postgrado en general pero especialmente de Administración debido a que éstos carecen de docentes que son –debe ser- por antonomasia investigadores científicos. No se concibe programas de postgrado –que precisamente forma investigadores- si es que sus docentes no son necesariamente y siempre “seniors” e investigadores de vasta experiencia. Los estudios de postgrado en el Perú, entre ellos los de Administración, seguirá mostrando sus debilidades estructurales mientras no haya en sus aulas científicos, filósofos, investigadores, epistemólogos, doctores y catedráticos (de verdad) construyendo conocimientos para producir ciencia, tecnología e innovación en sus condiciones de docentes de postgrado.


En concordancia con las exposiciones anteriores, resulta una imperativa necesidad nacional la reestructuración de los estudios de postgrado en general de las universidades del Perú, especialmente de los de Administración como parte de la reestructuración del sistema universitario. La reestructuración de las universidades peruanas debe partir con la reivindicación de la primigenia naturaleza de ellas expresada en su misión fundamental y prioritaria de producir ciencia, tecnología e innovación a través de la Investigación Científica y sobre esa base formar profesionales de nuevo tipo.
La reestructuración de los programas de postgrado en Administración –maestrías y doctorados- para convertirlos en programas de producción científica y de formación de científicos es, al fin y al cabo, el propósito principal del necesario proceso de reconversión de las facultades de Administración de la universidad peruana.


Los estudios de postgrado y la producción de la ciencia, tecnología e innovación en el Perú

En la era mundial de la globalización y del conocimiento, el desarrollo sostenido de las sociedades del planeta se encaminan al paso en que los países producen, divulgan y aplican la ciencia, tecnología e innovación, proceso en el que las universidades tienen –deben tener- un rol protagónico a través de los estudios de postgrado.En el ámbito latinoamericano el nivel de desarrollo científico es aún incipiente, siendo más elocuente en el caso del Perú, debido a que aún no existe sostenidas políticas nacionales de Estado ni reales compromisos institucionales vinculados a la promoción de la investigación científica entendida como la producción de la ciencia, tecnología e innovación. Como consecuencia de todo esto, en general, el Perú no aparece en las estadísticas de producción científica regional, en las que destacan Brasil, Argentina, México y Chile.Bástese tres indicadores para graficar lo manifestado. En tanto que Israel invierte en Investigación y Desarrollo el 4.5% del PBI, Finlandia 3.8, Japón 3 Korea 2.7, Estados Unidos 2.54, Brasil 1.04, Chile 0.57, México 0.39; el Perú invierte un poco más del 0.08. En tanto que Estados Unidos produce 380 mil artículos científicos en revistas indexadas e indizadas internacionales, Brasil produce 4 816, Chile 2 482, Argentina 1 814, Venezuela 935, Colombia 759, Uruguay 409; el Perú produce apenas 283. Mientras que Japón ha solicitado 425 mil patentes, Korea 145 mil, Brasil cerca de 25 mil; Perú 1 240, de las cuales el 96% corresponden a extranjeros. (Informaciones obtenidas de diversas fuentes).

Los estudios de postgrado y la Investigación Científica


La Investigación Científica es la actividad fundamental y distintiva de la universidad y conduce necesariamente a la producción, difusión y aplicación de la ciencia, tecnología e innovación; absolutamente necesarias para el desarrollo económico y social del país. Los programas de post grado (maestría y doctorado en Administración o de cualquiera otra especialidad) están orientados esencialmente al perfeccionamiento de investigadores científicos y de docentes universitarios en el ámbito de la especialidad. Por consiguiente, las unidades de Post Grado tienen como misión esencial la Investigación Científica cuyos resultados se plasman en las Tesis. Sólo los magísteres y doctores sólidamente formados y perfeccionados como investigadores científicos pueden solucionar los grandes problemas del país en el contexto actual de globalización y competitividad.

Los maestristas y los doctorandos no son “estudiantes” ni vienen a los programas de post grado a recibir informaciones o a recibir “enseñanzas” o a rendir “exámenes” a la usanza de pre grado. No. Los maestristas y los doctorandos son profesionales que son admitidos para construir conocimientos a través de la Investigación Científica; y la Tesis, viene a ser, precisamente, el producto final de esa ardua labor de construcción de nuevos conocimientos y de nuevas tecnologías.


Las Tesis presentadas y aprobadas en las universidades para la obtención de los grados académicos de magíster y doctor carecen, la mayoría de ellas, de la rigurosidad epistemológica, metodológica y científica que imposibilita contribuir a la generación, difusión y aplicación de la ciencia, tecnología e innovación. Con ello, lo que están haciendo los programas de post grado es graduar a magísteres y doctores sin competencias científicas (y filosóficas) pertinentes, con las obvias consecuencias negativas para la universidad y para el país. Precisa señalar algunas de sus causas de esta realidad.

1. Carencia de la formación en Investigación Científica en pre grado. (Entre otras razones por la vigencia del bachillerato automático). Ingresar a post grado -un programa esencialmente de Investigación Científica- requiere una sólida formación en Investigación.


2. Carencia de una estrategia pedagógica en la línea de la investigación científica. La epistemología, por ejemplo, que es el fundamento de la Investigación Científica, es virtualmente ajena al quehacer cotidiano en Postgrado y en vez de ser esencial pasa por ser un asunto marginal, sin importancia. Se pretende formar y perfeccionar investigadores científicos (magísteres y doctores) sin bases epistemológicas. Rigurosamente hablando, no se puede –no se debe- hacer investigación científica para la Tesis sin una sólida formación en la epistemología, pues sólo ella otorga validez científica a una verdadera investigación y, por lo tanto, a una verdadera Tesis.
3. Existencia de estereotipos, esquemas y modelos de Investigación tradicionales, ortodoxos, trillados, enlatados y dogmáticos.

4. La no distinción entre lo que es un programa de Maestría y un programa de Doctorado. Las Tesis de maestría resultan a las usanzas de las Tesis de pregrado y las Tesis de doctorado resultan siendo como Tesis de Maestría. En ambos casos, la producción de la ciencia, tecnología e innovación como aporte del Tesista, no es la regla, sino la excepción.

La investigación científica en Administración




La Investigación Científica en el Perú afronta, como se sabe, muchas dificultades a consecuencia de la crisis estructural que padece desde hace décadas la universidad peruana reflejándose en ella el problema de la Educación en el Perú. Pero más que un problema de financiamiento o de carencia de recursos, el problema de la Investigación Científica es que en el país no se valoriza su importancia estratégica como la catapulta del desarrollo económico-social a cuya consecuencia no existen políticas y voluntades verdaderas de priorización de la Ciencia, Tecnología e Innovación que se sustenta en la Investigación Científica.


La concepción de una universidad moderna y competitiva, propia del nuevo siglo y milenio, pasa por revalorizar y priorizar a la Investigación Científica considerándola como el eje de su razón de ser.


No obstante, las universidades del país, especialmente las públicas y entre ellas San Marcos, han hecho importantes avances en materia de la Investigación Científica. Las informaciones bibliométricas e indicadores de la producción científica y tecnológica (patentes, número de revistas científicas indexadas e indizadas, existencia de revistas científicas electrónicas, cantidad de citaciones bibliográficas internacionales, etc.) así lo confirman. Sin embargo, seguimos siendo los últimos en el ámbito de Latinoamérica en la que varios países, vecinos nuestros, nos llevan la delantera en materia de la Investigación Científica con varia décadas de diferencia.

Las Facultades de Administración y la Investigación Científica

Un importante contingente de investigadores científicos peruanos que decidieron quedarse en el país, han hecho indiscutibles aportes a través de la Investigación Científica en las disciplinas de Medicina, Biología, Física, Química, Ingenierías, Agricultura, ciencias ambientales, Historia, Arqueología, Sociología, etc.; pero, en las Facultades de ADMINISTRACION (o Facultades de Ciencias Administrativas) de las universidades del país, tanto públicas como privadas, la Investigación Científica en Administración es virtualmente inexistente tanto en pregrado como en postgrado.


Estas facultades, encargadas de formar profesionales en Administración (líderes, gerentes, empresarios, científicos) altamente competitivos para que contribuyan al desarrollo del país, tienen también la alta responsabilidad de producir nuevos conocimientos, ciencia, tecnología e innovación en Administración a través de la Investigación Científica.


La concepción de un proceso de reestructuración integral de las facultades de Administración -como parte de un proceso de cambio estructural del sistema universitario en el que el tema de la acreditación universitaria sea el eje fundamental-, pasa por:


A) Ejecutar la verdadera reestructuración curricular en la que las labores de Investigación Científica en Administración sean prioritarias, en la que se encuentre inserta las estrategias pedagógicas de la formación de investigadores científicos en Administración y que todos los docentes así como estudiantes de pre y postgrado están comprometidos en la producción de nuevos conocimientos.


B) Determinar las grandes líneas y programas nacionales ejes de Investigación Científica en Administración en concordancia con las nuevas condiciones, exigencias y necesidades del desarrollo nacional y siempre vinculadas al sector productivo.


C) Restituir la obligatoriedad de la presentación de Tesis para optar el grado académico de Bachiller (el nefasto Bachillerato Automático va en contra de la naturaleza misma de la universidad y perjudica al profesional, a la Facultad, a la universidad y al país).


D) Promover la creación de fondos concursables para la Investigación Científica en Administración, la institucionalización de premios nacionales a la producción científica y tecnológica en Administración y el intercambio internacional de investigadores en Administración.


E) Difusión de la literatura científica en Administración a través de la edición de verdaderas publicaciones científicas (revistas de investigación indexadas e indizadas impresas y electrónicas, libros, etc.).


F) Promover la reestructuración radical de los programas de Maestría y Doctorado en Administración, los mismos que deben ser vistos como centros eminentemente de Investigación científica y de perfeccionamiento de docentes universitarios en Administración.


Necesidad mundial de la Investigación Científica en Administración


De aquí a escasos años, en el 2016, el mundo celebrará el centenario de la Administración. Como se sabe, en 1916 se publicó la trascendental obra del francés Henry Fayol titulada Administración Industrial y General en la que con una claridad extraordinaria se expone, por primera vez en la historia de la humanidad, los fundamentos doctrinarios de la Administración.


Ha transcurrido una centuria de la Administración universal, sin embargo, en lo esencial, máxime en su aspecto doctrinario, sigue siendo la misma Administración concebida por sus propulsores clásicos y neoclásicos. Es evidente, por ejemplo, la ortodoxia (y hasta su dogmatismo) de la Administración por cuanto sus primigenios fundamentos teóricos en lo fundamental no ha cambiado y a pesar de su frondosa literatura y de su lenguaje remozada, en lo esencial sigue siendo hoy lo mismo como lo era hace un siglo. Mayor gravedad revista la Administración en Latinoamérica, en especial en el Perú, pues seguimos siendo simples receptores y difusores de la literatura y lenguaje de la Administración occidental, especialmente norteamericana.


Por otra parte, en la Administración, no obstante a un siglo de vigencia -como teoría y como praxis profesional, porque como actividad humana la Administración es tan antigua como la historia del hombre- aún prevalece una concepción circunscrita solamente a los estrechos marcos de las empresas (y, eventualmente, de las instituciones). Por tal razón resulta siendo usual hablar sólo de la administración de empresas (microadministración) y, de manera tangencial o circunstancial, de la administración de hospitales, de universidades, de municipalidades, del Estado, del ejercito, de las iglesias, etc.; sin percibir que la Administración trasciende más allá de las ceñidas fronteras empresariales e institucionales y se engarza al proceso mismo de desarrollo de las sociedades (macroadministración) y por lo tanto la Administración adquiere su dimensión de categoría eminentemente política, filosófica e ideológica.


Es en este último contexto que adquiere verosimilitud la célebre declaración de Drucker: "Los países subdesarrollados no son tales, son más bien, países subadministrados", o de Deming: "Cualquier país con una buena Administración no tiene por qué ser pobre". Esta bidimensionalidad de la Administración conlleva -aunque por ahora cueste admitirlo-, a establecer que la Política, la Economía, el Derecho, la Sociología, la Psicología, etc. son, en su estricta interpretación, categorías inmersas y subordinadas a la Administración.


Es así que existe un conjunto de limitaciones estructurales de la Administración que evidencian una suerte de estancamiento de su avance científico mundial, máxime en estas últimas tres décadas. Empero, todo esto tiene un denominador o causa común: la inexistencia de la Investigación Científica en Administración. No son los Taylor, los Fayol, los McGregor, los Kast, los Mintzberg, los Senge, los Porter, los Hofstede, los Drucker; los que necesariamente abundan en nuestros tiempos; son, mas bien, los efímeros best sellers norteamericanos en Administración quienes, sin embargo, no logran remover sus bases doctrinarias. Todo esto demanda renovados esfuerzos en la Investigación Científica en Administración –principalmente en los programas de postgrado de maestrías y doctorados en Administración- capaz de producir nuevos conocimientos, nuevas teorías, tecnologías e innovaciones para contribuir al desarrollo de la humanidad.


Las publicaciones científicas en Administración


Las labores de Investigación Científica tienen que traducirse necesariamente en resultados o productos concretos bien sean como artículos científicos, TESIS, libros o inventos; los mismos que deben ser publicados para conocimiento, análisis, validación o refutación de la comunidad científica. Si las investigaciones realizadas no confluyen en resultados definidos y éstos no son publicados, es como si las investigaciones no se hubieran ejecutado y en tal caso los recursos y esfuerzos habrán resultado malgastados. Por ello es que en el contexto de la Investigación Científica en Administración resulta crucial el tema de la difusión de la literatura científica en Administración a través de las publicaciones científicas.


En el tema de las publicaciones científicas adquiere una mayor importancia la edición de las revistas de investigación científica en las que se publican los artículos científicos, los mismos que constituyen contundentes indicadores de la producción científica y tecnológica de un país pues a través de ellos se hace conocer a la opinión científica los resultados de las investigaciones realizadas.


Un primer aspecto a destacarse en materia de las publicaciones de las revistas científicas es el de la necesidad de diferenciar entre lo que es una revista institucional (informativa, gremial, periodística o magazine) y una revista de investigación científica. Esta última -en términos de Research Journal- es la que nos interesa. Una revista de investigación científica es aquella en la que prioritariamente se publican los denominados artículos originales o artículos científicos, los mismos que versan necesariamente sobre los resultados de las investigaciones o estudios realizados. Es cierto que en una revista de investigación científico también puede publicarse editoriales, temas de actualidad, artículos de revisión y de análisis, reseñas, casos, etc.; pero, prioritariamente -en un 80%- deben ser publicados los artículos científicos originales.


Otro hecho que es importante destacar en la edición de las revistas científicas es que ellas deben poseer un evidente impacto local, nacional e internacional, el cual se mide por la frecuencia con que los artículos publicados y los investigadores autores son citados o consultados en el ámbito de la comunidad científica. El impacto de una revista de investigación es consecuencia del despliegue de esfuerzos institucionales, de los investigadores así como de la asunción responsable de sus funciones de los encargados de editarla, entre ellos la participación activa del Consejo Editorial (o Comité Editorial).


Por otro lado, especial referencia debe hacerse a la importancia del rol que cumple en la edición de revistas científicas de impacto el denominado juicio de pares (peer review) que consiste en el proceso de someter cada artículo, aprobado por el Comité Editorial al arbitraje de investigadores especialistas para que puedan emitir sus opiniones y sean éstas decisivas para la publicación o no del articulo. Es este proceso arbitraje el que, al fin y al cabo, le otorga calidad de impacto a una revista de investigación científica y la califica como revista indexada la misma que deberá ser indizada (integración a la Base de Datos de la literatura científica mundial) por su propios méritos a fin de que los investigadores del mundo tenga acceso a la información científica contenida, bien sea a través de la tenencia física de la revista o a través de medios electrónicos (revistas científicas on line o revistas científicas virtuales) como es el caso, por ejemplo, del programa Scielo (al que San Marcos se encuentra suscrita).


Es cierto que en el caso de las facultades de Administración de las universidades del país hay todavía diversidad de limitaciones estructurales para la edición de verdaderas revistas científicas en Administración indexadas (e indizadas); empero hacia ellas y de manera gradual pero sostenida se debe ir canalizando esfuerzos institucionales y nacionales porque, hoy más que nunca, resulta una apremiante exigencia para el desarrollo nacional el promover las publicaciones científicas en Administración.