21 abril, 2014

Vito, el Macondo andino. Homenaje a Gabo

HOMENAJE A GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

VITO, EL MACONDO ANDINO CON 200 AÑOS DE SOLEDAD
 La lectura de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez siempre me hizo pensar en Vito, pueblo donde nací, pues, su centenaria soledad era similar a la de Macondo descrito por el genio de las letras García Márquez. En el año 2008 escribí sobre Vito diciendo: “Pueblo eterno, legendario, mítico, rebelde. El Macondo andino con varios siglos de soledad bajo el tutelaje del Apu Calvario y de la Virgen de las Nieves”.
Enterado de la muerte de Gabo, quien parte luego de una larga y fructífera vida de casi 90 años, recordé Cien años de soledad y vino a mi memoria Vito.
Úrsula, prototipo de una mujer de armas tomar que no sólo fundó Macondo sino hizo de él un pueblo organizado y próspero, su esposo José Arcadio Buendía típico hombre creativo y de ideales que descubrió de pura deducción que la Tierra era “redonda como una naranja”, su primer vástago José Arcadio junior no tan imaginativo como su padre y Melquíades que representa a los nuevos conocimientos, representan para mí, de alguna manera, a las mujeres y hombres de Vito que se sobreponen a las vicisitudes de la soledad, entre muertes y vidas, entre la guerra y la paz, entre el amor y el odio, entre las alegrías y las penas, entre ficciones (espejismos) y realidades, entre pobrezas y riquezas, entre ignorancias y saberes.
Ante el gran temor de que el matrimonio entre primos –José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán lo eran- engendraran iguanas con cola de cerdo “José Arcadio Buendía, con la ligereza de sus diecinueve años, resolvió el problema con una sola frase: “No me importa tener cochinitos, siempre que puedan hablar” y se casaron, pero no hacían el amor justamente por ese temor y “Temiendo que el corpulento y voluntarioso marido la violara dormida, Úrsula se ponía antes de acostarse un pantalón rudimentario que su madre le fabricó con lona de velero”. Entonces en Macondo se “soltó el rumor de que Úrsula seguía virgen un año después de casada, porque su marido era impotente y José Arcadio fue el último que conoció el rumor”. Un día en un evento de pelea de gallos, el gallo de José Arcadio ganó y el dueño del gallo perdedor asegurándose que todos le escucharan dijo en voz alta “–Te felicito. A ver si por fin ese gallo le hace el favor a tu mujer” y José Arcadio se enfureció de sobremanera y lo mató al atrevido y al regresar a casa dijo a Úrsula “- Si has de parir iguanas, criaremos iguanas. Pero no habrá más muertos en este pueblo por culpa tuya” y, al fin, hicieron el amor y nació su primer hijo…..  (Cien años de soledad).
Gran Gabriel García Márquez. Vivirás eternamente. 

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