18 julio, 2012

Miguel Ángel


MIGUEL ANGEL, genialidad hecha hombre


Miguel Ángel nació en 1475 en la región de Toscana, cerca a Florencia, Italia. Murió en 1564 a los 88 años. Fue un verdadero genio: era arquitecto (diseñó, por ejemplo, la Basílica de San Pedro de Roma, especialmente la famosa Cúpula), fue un genio escultor (véase como ejemplo Piedad y El David como muestras de sus famosas esculturas) y fue pintor extraordinario (véase, por ejemplo, el Juicio Final que está en el techo de la impresionante Capilla Sixtina en el Museo del Vaticano, Roma.

Miguel Ángel -su nombre en italiano es Michelangelo Buonarroti-, anduvo realizando sus obras entre Florencia y Roma.
Sobre la célebre nariz torcida que lucía Miguel Ángel, se cuenta que se debe a un certero golpe que le propinó un tiranuelo. ¿Cuál fue la razón? Dicen que al tirano déspota no le gustó que su “obra” fuera reprobada por Miguel Ángel. Es que el ambicioso duquecillo, además de ser un dictadorzuelo, quiso ser también pintor famoso como Miguel Ángel, y para mayor complacencia de su desmedida vanidad sometió su mediocre “obra” a opinión del genio. Miguel Ángel dijo algo así: “es una cojudez”. Y ¡suácate!
Las palabras están demás cuando se trata de admirar las obras de Miguel Ángel. Veamos algunas de ellas.




FOTOS: Primera foto: Miguel Ángel, obsérvese su nariz. La siguiente foto es de La Piedad, excepcional escultura de Miguel Ángel que está en la Basílica de San Pedro (Roma) dentro de una vitrina antibalas y provisto de un sistema electrónico de seguridad. Hay un separador que impide que las personas se acerquen a la vitrina. Uno queda absorto al verlo tal perfección humana. Pensar que fue hecho por un hombre. (¿Miguel Ángel fue humano?). La siguiente foto es de la famosa Sixtina en el Museo del Vaticano (Roma). Es un salón cuyo techo es muy alto y está repleto –al igual que sus paredes laterales- de geniales pinturas de Miguel Ángel. La siguiente foto es la escultura de Moisés hecha por Miguel Ángel. Sobre esta escultura cuentan que Miguel Ángel viéndolo su fenomenal obra golpeó la rodilla de Moisés con un martillo, diciéndole: ¡por qué no me hablas! Es que es tan perfecta la obra que a Moisés sólo le falta hablar. La última foto muestra la pintura de la Creación del Hombre que está en la Capilla de la Sixtina.

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