31 diciembre, 2013

Catarsis

Catarsis
Expiación – ataraxia – paz interior. Catarsis significa purificar el alma, limpiar nuestro interior, depurar nuestro espíritu. Catarsis también es purificar el cuerpo; pero el dolor corporal (físico) es más llevadera que el dolor espiritual. Catarsis es hacer que tengamos paz interior. Catarsis es evitar preocupaciones, miedos, culpas y remordimientos; y si podemos aprender a no sufrir sabiendo el caso de los demás que sufren, mejor. Catarsis es “poner barbas en remojo”. La mejor manera de lograr la catarsis es la expiación que significa hacer lo que se debe para quedar libre de pecado, de penas, de remordimientos, de culpas, de miedos; por consiguiente significa lograr la paz interior. Un vocablo que viene a pelo con la catarsis y/o con la expiación de las conmociones interiores es Ataraxia, que significa imperturbabilidad, serenidad, paciencia, silencio, calma y tranquilidad absoluta ante el mundo exterior. Nada te conmueve, nada te perturba, nada te más-turba, nada te preocupa. Afrontas las dificultades y ambigüedades con absoluta serenidad, y en tal condición, adquieres capacidades para lograr la paz interior, la felicidad. Un espíritu perturbado no ve –no puede ver- la luz.
Amado Nervo, por ejemplo, solía en su adultez lograr la ansiada Paz interior diciendo: “Vida: nada te debo / Vida: nada me debes / Vida: estamos en paz”. Facundo Cabral decía: “Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo”. 
“Aunque tardíamente conté mis años y descubrí que tengo pocos para vivir; ya no estoy para sufrir”, decía mi abuela Feliciana (en la foto) y vivió en paz interior y en estado de ataraxia sus últimos cuarenta años (murió a los 114 años, más o menos, según cálculos efectuados en una sesión familiar). Chaplin dijo: “Canta, baila, ríe, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”.
Lao-Tse decía: “Quien conoce a los hombres es inteligente, quien se conoce a sí mismo es sabio. Quien vence a los otros posee fuerza, quien se vence a sí mismo es poderoso”. Tertuliano decía: “¿Quieres ser feliz por un instante? ¡Véngate!, ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona! Shakespeare decía: “Sufrimos demasiado por lo poco que nos falta y gozamos poco de lo mucho que tenemos”. Lama decía: “En general la causa final del sufrimiento es la mente: la mente influida por malos pensamientos como la ira, los celos y el aferrarse a las cosas. La vida es corta y una gran parte de ella ya ha transcurrido. La muerte puede llegar en cualquier momento y cuando lo haga lo único que podremos llevarnos con nosotros será las huellas mentales de las acciones de nuestras vidas”.
Osho decía: “La luz está por doquier y tú vives en la oscuridad, la muerte no está en ninguna parte y te estás muriendo continuamente; la vida es una bendición y tú estás en el infierno. La verdadera felicidad consiste en no ser nadie y en dejarse llevar por el sino”.
Hay proverbios catársicos (de catarsis) como éstos: “No compitas con los demás, generas conflictos; preserva tu paz interior, no caigas en la provocación de los demás. Si te agrede, quédate en silencio, cultivando tu poder interno”. “El ignorante grita, el inteligente opina; el sabio, calla”. “Libera tu corazón del odio, tu mente de las preocupaciones; y siempre ríe”. “Lo hecho y pasado; hecho y pasado están. A lo hecho, pecho”. “He entendido que la vida es un conjunto de experiencias para gozar, no para sobrevivir y sufrir”. “Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios”. “Si mis problemas tienen solución, no hay problema; si mis problemas no tienen solución, no hay problema”.
Por: Nemesio Espinoza Herrera
(Foto principal: conplumaypapel.com).


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