30 diciembre, 2013

Intrigas subrepticias

Intrigas subrepticias
No recuerdo donde leí esta historia. Más o menos, el relato es así: una mujer ideó la forma de atraer a su amante para siempre –así pensó. En una de las sesiones amorosas y sin que se diera cuenta, untó el pene de su pareja con un ungüento de color morado con el tenebroso propósito de que al notarlo su esposa, al fin, se diera cuenta de la infidelidad y lo botara y él no tendría más remedio que venir a sus brazos. Vano intento.

Esperó una semana, dos, tres y ¡nada! Ni siquiera recibió su habitual llamada por teléfono. Es más probable que: a) Le haya dado pánico incluso a su esposa creyendo tratarse de una enfermedad contagiosa y no se cure del susto todavía o, b) que se hayan descubierto la aventura y reconciliado, lo que significa que nunca más regrese a la amante. Cualquiera fuera el caso, una buena amante nunca debía pretender precipitar los acontecimientos.
Por: Nemesio Espinoza Herrera

No hay comentarios: